El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha manifestado que su administración está enfocada en lo que realmente importa en estos momentos, tras el devastador impacto de la DANA que ha dejado más de 200 víctimas mortales. Durante una comparecencia celebrada en La Moncloa después de un Consejo de Ministros, se comprometió a no exigir responsabilidades políticas ni dimisiones, ya sea en su propio Ejecutivo o en el Gobierno de la Comunidad Valenciana, al menos por el momento.

Sánchez explicó que, el mismo día en que se desató el temporal, se había comunicado a través de mensajes con varios presidentes autonómicos, incluido Carlos Mazón. Contrario a las afirmaciones de otros miembros de su gobierno, que aseguraron enfrentar dificultades para contactar a Mazón, el presidente aseguró que la comunicación fue efectiva y cordial.

En su intervención, subrayó que el enfoque principal del Gobierno es brindar apoyo y asistencia a los ciudadanos y empresas afectadas por la catástrofe, dejando para un futuro cercano el debate político y la discusión sobre la rendición de cuentas, que se planteará tanto en las Cortes Generales como en el parlamento autonómico valenciano.

Asimismo, el presidente agradeció a todos los funcionarios públicos que se encuentran trabajando en las zonas devastadas, incluidos aquellos de la Generalitat Valenciana. Afirmó que su mensaje había incluido un reconocimiento a todos los servidores públicos que laboran bajo estas difíciles circunstancias.

A pesar de que se le preguntó sobre la actuación del Gobierno valenciano, Sánchez esquivó hacer comentarios críticos, en especial ante las declaraciones del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que exigió la dimisión de Mazón. En respuesta a las críticas que circularon en las redes sociales, el presidente defendió que "el Estado somos todos" y resaltó la importancia del esfuerzo conjunto entre las empresas y la ciudadanía para afrontar estos desastres naturales.

El presidente recordó la solidaridad mostrada con los trabajadores de salud durante la pandemia y sugirió que el mismo reconocimiento debería extenderse a las administraciones que están colaborando estrechamente con los afectados y a las ONG, que según él, han sido injustamente atacadas por desinformación.

En sus declaraciones, Sánchez destacó la necesidad de "aprender la lección" frente a la crisis climática que se está atravesando. El Gobierno debe centrarse en la reconstrucción de las áreas dañadas y relanzar la actividad económica y social, especialmente en la provincia de Valencia, que ha sufrido de primera mano los efectos de esta tragedia.

La gestión de la situación fue un tema recurrente en la rueda de prensa, donde el presidente fue reacio a criticar tanto a su propio gabinete como al Gobierno valenciano. Cuando se le preguntó si consideraría declarar el estado de alarma con el fin de tener un control más efectivo, reafirmó su compromiso de priorizar la atención a las necesidades inmediatas de los ciudadanos.

Finalmente, Sánchez mostró comprensión y empatía hacia la comunidad que ha sido severamente afectada, enfatizando que lo primordial es atender a la ciudadanía, recoger sus opiniones y movilizar todos los recursos del Estado necesarios para restaurar la normalidad lo más pronto posible. Expresó que su Gobierno está comprometido en llevar a cabo esta labor sin desviarse del camino marcado por la tragedia sufrida.