El expresidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, ha comparecido finalmente ante la Audiencia de Valencia para enfrentar las acusaciones en el caso Erial. Su llegada a los juzgados, más de dos horas después de la hora prevista, estuvo marcada por un incidente con una mujer que le recriminó por no respetar su turno en la cola de acceso.
Tras casi cinco horas de testimonio, Zaplana salió del edificio y se detuvo frente a la prensa para afirmar que había cumplido con su deber y que estaba preparado para lo que viniera a continuación.
La jornada de declaración de Zaplana se enmarca en un caso por presunta corrupción en el cual se le acusa de varios delitos, entre ellos organización criminal, blanqueo de capitales y prevaricación. El Ministerio Fiscal sostiene que Zaplana habría recibido más de 10 millones de euros en comisiones ilegales relacionadas con concesiones de ITV y parques eólicos en la Comunitat Valenciana.
Acompañado por su abogado, Zaplana fue rodeado de polémica al intentar acceder a la Ciudad de la Justicia, con una mujer reprochándole no respetar su turno y un guardia civil abriéndole paso. A su salida, Zaplana se enfrentó a los medios de comunicación y afirmó que había respondido a todas las preguntas del ministerio público durante más de tres horas y media de interrogatorio.
Ante la posibilidad de que alguno de los acusados haya llegado a un pacto con la Fiscalía, Zaplana declaró que había hecho todo lo que se esperaba de él y que estaba listo para afrontar las consecuencias. En cuanto a su nivel de satisfacción, simplemente comentó que era difícil estar contento después de tantos años de proceso.
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