El Ayuntamiento de València, liderado por María José Catalá, ha aprobado una serie de medidas fiscales que implicarán una reducción de los impuestos municipales y un ahorro estimado de entre 60 y 70 millones de euros para los ciudadanos. Estas modificaciones, que deben ser debatidas y votadas en la Comisión de Hacienda y posteriormente en el pleno, incluyen una disminución del 20% en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y una bonificación del 95% en el impuesto de Plusvalía por herencia. Además, se aplicará una reducción en la transmisión de inmuebles utilizados para negocios familiares, siempre y cuando la actividad se mantenga.

María José Ferrer San Segundo, concejala de Hacienda, ha anunciado estas medidas y ha asegurado que el Partido Popular está cumpliendo con su promesa de reducir impuestos para los valencianos. "Estamos cumpliendo nuestro compromiso al aprobar la modificación de las ordenanzas fiscales en la Junta de Gobierno Local. Esta es la mayor reducción de impuestos en la historia municipal de València", afirmó.

Además de las mencionadas reducciones, las modificaciones fiscales también incluyen una disminución del 8% en el impuesto de vehículos y un descuento del 50% en la tasa de alcantarillado. También se flexibilizarán los plazos de pago de impuestos municipales.

El objetivo de estas medidas es mejorar la competitividad fiscal de la ciudad, aliviar la carga tributaria de las familias valencianas y fomentar la actividad económica y empresarial en la zona.