El doctor Andreu Cueva, anestesista del Hospital Vithas Valencia Consuelo, ha alertado sobre el fentanilo, advirtiendo que España podría enfrentarse a un problema serio en unos años debido a su alta toxicidad, su producción económica y el gran beneficio que reporta a los narcotraficantes.

Según el especialista, el fentanilo es un opioide sintético utilizado en quirófanos por su alta potencia, pero su uso fuera de ese ámbito es extremadamente peligroso. Destaca que su bajo costo de producción ha llevado a los narcotraficantes a preferir su tráfico frente a otras drogas, ya que por un kilo de fentanilo pueden obtener alrededor de un millón de euros, en comparación con los 50.000 euros que se obtienen por un kilogramo de cocaína.

El doctor Cueva también señala la facilidad de alcanzar la dosis tóxica del fentanilo, ya que, con apenas un miligramo, puede provocar la muerte de una persona. Esto explica la gran cantidad de muertes que ha habido en Estados Unidos debido a sobredosis de esta droga.

Aunque España cuenta con mecanismos de control para evitar una situación similar a la de Estados Unidos, donde la dispensación de opioides está mucho menos controlada, el doctor advierte que la expansión del fentanilo como droga recreativa será muy difícil de controlar.

Otro problema grave asociado al fentanilo es su alta adicción. El especialista destaca que la tasa de adicción al fentanilo puro se acerca al 100%, mientras que la de la cocaína es del 20-30%. Además, se ha observado que el fentanilo se mezcla con otras drogas debido a su bajo costo, lo que lo hace aún más peligroso y adictivo.

El doctor Cueva advierte que las muertes por fentanilo se están produciendo incluso en casos en los que la persona consume otras drogas sin saber que están adulteradas con esta sustancia. Más del 70% de las muestras de cocaína y heroína confiscadas por la Policía llevan fentanilo.

El problema de la epidemia de fentanilo en Estados Unidos se debe a los años de prescripción sin control de opioides, que ha generado millones de personas adictas. Desde 2015, el gobierno intenta controlar su prescripción, pero esto ha llevado a que muchas personas recurran al mercado ilegal, lo que ha provocado un aumento significativo de muertes por consumo de opiáceos.

En Europa, se realiza un control exhaustivo de la prescripción de opiáceos tanto en quirófanos como en unidades de dolor crónico, donde se utilizan como última opción después de haber probado otras alternativas.