VALÈNCIA, 15 de diciembre.

En una reciente decisión, la jueza del municipio de Catarroja que lidera la investigación sobre la gestión de la DANA ha solicitado a la Dirección General de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones de la Generalitat Valenciana que evalúe la posibilidad de recuperar los mensajes de WhatsApp intercambiados el 29 de octubre de 2024 entre José Manuel Cuenca, jefe de gabinete de Carlos Mazón, y el expresidente de la Generalitat. En caso de que sea viable, también ha pedido que no se eliminen.

Este desarrollo se dio a conocer a través de un auto emitido por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, donde se detalla que la magistrada tomó esta decisión tras la segunda comparecencia de Cuenca el pasado viernes. Durante su testimonio, Cuenca rechazó haber dado instrucciones a la exconsellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, representando al expresidente el día del desastre y argumentó que los mensajes presentados por Pradas estaban "fuera de contexto".

En sus declaraciones, Cuenca dejó en claro: "Yo no recibí órdenes de dar instrucciones a nadie, mucho menos a la consellera". Ante la solicitud de la jueza de que presentara sus mensajes con Pradas, él señaló que no podía hacerlo porque carecía de una copia de seguridad en su teléfono. A pesar de que la jueza insistió en este tema, Cuenca se mostró reacio a aportar su dispositivo por motivos de privacidad. Sin embargo, finalmente acordó que se consultara a la Generalitat sobre la posibilidad de recuperar sus mensajes con Mazón y, si era posible, que se le pidiera su consentimiento para acceder a ellos.

Como resultado de las afirmaciones de Cuenca y las demandas de varias partes acusadoras, la magistrada ha solicitado a la Dirección General de Tecnologías que indique si es posible recuperar los mensajes del móvil corporativo que Cuenca utilizó el 29 de octubre y que fue reemplazado en junio de 2025.

Si se confirma esta posibilidad, se pedirá a dicha Dirección que mantenga los mensajes y que esclarezca el proceso de reemplazo del teléfono, especificando las razones detrás de dicha acción, quién la llevó a cabo y si la reinstalación de la aplicación de WhatsApp permite la recuperación de mensajes no eliminados, además de verificar si son accesibles a través de la aplicación web en otros dispositivos.

En un auto adicional emitido el mismo día, la jueza desestimó un recurso interpuesto por una acusación particular que solicitaba la declaración como testigos de los bedeles del Palau de la Generalitat. La jueza consideró que era "altamente improbable" que estos hubieran escuchado conversaciones relevantes a la gestión de la crisis, dada la corta duración de la estancia de Mazón en el Palau.

La magistrada subrayó que es "evidente" que la probabilidad de que los bedeles hubieran escuchado cualquier conversación sobre la gestión de la emergencia era escasa, dada la brevedad del tiempo que estuvo allí Mazón.

En su análisis, la jueza explicó que, desde que se abonó el ticket de estacionamiento a las 19:47 por la periodista Maribel Vilaplana, quien había comido con Mazón en El Ventorro, su despedida ocurrió antes del pago. El trayecto a pie desde el aparcamiento hasta el Palau dura aproximadamente diez minutos. Mazón, además, tuvo que trasladarse hasta el Cecopi, ubicado en l'Eliana, lo que redujo aún más el tiempo de permanencia en el Palau, dado que llegó al Cecopi a las 20:28 horas según las grabaciones remitidas por la Conselleria de Emergencias.

"Incluso suponiendo que la testigo Vilaplana hubiera acompañado a Mazón en su coche hasta cerca del Palau, lo cual no se confirmó, sería una suposición razonable dada la duración de su comida y tiempo juntos hasta que llegaron al aparcamiento", concluyó la jueza, sugiriendo que el tiempo de llegada de Mazón al Palau fue muy limitado.