Una médica ha sido declarada culpable por un jurado popular después de negarse a acudir al domicilio de un paciente que vivía justo enfrente del centro sanitario en el que estaba de guardia. Lamentablemente, el paciente falleció. Este hecho tuvo lugar en septiembre de 2019 en el Punto de Atención Sanitaria (PAS) de la calle Juan Llorens de València.
El paciente, de 65 años, había sido intervenido del corazón días antes y su estado empeoró en la madrugada del 22 de septiembre de 2019. A pesar de los requerimientos de sus hijos, que alertaron a los servicios de emergencia, la médica se negó a salir del centro de atención para atender al paciente.
En el juicio, la facultativa defendió su accionar afirmando que cumplió los protocolos establecidos y que no podía salir del centro si no era activada por el CICU (Centro de Información y Coordinación de Urgencias).
El fallecimiento del paciente se debió a una insuficiencia cardiorrespiratoria por un taponamiento cardiaco, una patología mortal de necesidad. La médica relató durante el juicio que fue avisada por la celadora de la presencia de un familiar del paciente en el centro, pero decidió esperar a que le avisaran a través del sistema de radios de emergencia. Según ella, las normas internas y el protocolo establecían que solo puede salir del centro si es activada por el CICU para evitar duplicidades en la atención y solo puede atender urgencias en la misma puerta del centro.
La facultativa justificó su decisión de no salir del centro para atender al paciente argumentando que el familiar solo mencionó que se encontraba "mal" y pensaba que ya habían alertado al servicio de emergencia. Además, afirmó que no salió a verificar si había llegado la ambulancia porque le dijeron que vivía "cerca, no enfrente". A pesar de las acusaciones, la médica se mantuvo firme en su postura y declaró que volvería a actuar de la misma manera si las normas no han cambiado.