La Unió Llauradora ha alertado de la presencia en el sur de Francia de una nueva especie de mosca blanca que puede tener un impacto negativo en la agricultura española, especialmente en los cultivos de cítricos. La plaga, conocida como Alerucanthus spiniferus, ha sido detectada en 14 municipios de la región francesa de Occitania, y se espera confirmar su presencia en otros cinco más.

Ante esta situación, La Unió ha solicitado a las autoridades de la Generalitat y del Gobierno central que tomen medidas para evitar que la plaga se introduzca en nuestro territorio. Además, han advertido que si no se actúa y la mosca blanca afecta a los cultivos valencianos, exigirán una compensación económica por parte de las autoridades, ya que los productores no pueden asumir este sobrecoste sin tener responsabilidad en su origen.

El secretario general de La Unió, Carles Peris, ha denunciado la ineficiencia de los controles fitosanitarios en las fronteras, argumentando que esta situación demuestra la falta de herramientas eficientes tanto en el ámbito fitosanitario como en la lucha biológica para hacer frente a nuevas plagas. Por ello, ha instado a implantar inspecciones en origen y establecer controles rigurosos para los productos que se exportan a la UE, con el fin de garantizar el cumplimiento de las mismas normativas que se exigen a los productores valencianos.

Asimismo, La Unió ha recordado que el sector agrícola valenciano ya afronta un aumento significativo de los costes de producción debido al control y lucha contra otras plagas de moscas blancas, lo que supone un desafío adicional ante la presencia de una nueva especie. Además, han resaltado que no existen productos fitosanitarios específicos para el control de esta mosca blanca en España, por lo que se tendrían que utilizar materias activas autorizadas por el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios, que cada vez son más limitadas.

En caso de detectarse la presencia de esta plaga, se aplicaría el Programa de Erradicación aprobado por el Ministerio de Agricultura. La mosca blanca espinosa afecta principalmente a los cultivos de cítricos, pero también pueden sufrir daños las viñas, caquis, perales y plantas ornamentales como el rosal. Esta plaga produce elevadas cantidades de melaza que afectan a las hojas y los frutos, y puede facilitar la aparición del hongo de la negrilla, reduciendo la respiración y la fotosíntesis de las plantas. Además, puede provocar defoliaciones y afectar gravemente a la producción y calidad de los frutos.