En la ciudad de València, la parroquia del Santo Ángel Custodio revive el recuerdo de una significativa visita del entonces cardenal Jorge Bergoglio, quien celebró una misa para peregrinos hispanohablantes en julio de 2006, durante el V Encuentro Mundial de las Familias.

Este templo, situado en la calle Salamanca, fue elegido por su proximidad al antiguo cauce del río Túria, que albergó los actos centrales de este masivo evento, según ha informado el Arzobispado local.

El 6 de julio, los peregrinos, incluidos muchos argentinos, se reunieron para participar en la eucaristía presidida por Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires y futuro Papa. Durante la misa, acompañaron a Bergoglio el obispo emérito de Osma-Soria, Vicente Jiménez, y el vicario episcopal de Valencia, Vicente Serrano, además del párroco del templo, Miguel Díaz, ambos ya fallecidos.

Virgilio González, actual sacerdote del Santo Ángel Custodio, recuerda con orgullo esa ocasión y la herencia de gratitud que dejó el anterior párroco, Miguel Díaz, por haber recibido al futuro Papa. “Es un honor que permanecerá en la memoria de nuestra comunidad”, afirma González.

La parroquia no olvidó aquel evento y, en 2013, después de la elección de Francisco, decoró uno de sus rosetones laterales en honor a su visita. Este esfuerzo de ornamentación, inspirado en la tradición de San Pablo de Extramuros en Roma, incluye imágenes de varios papas, algunos de los cuales ya han sido canonizados.

Entre los recuerdos de esa misa están las casullas usadas por los sacerdotes, incluida la de Bergoglio, así como fotografías tomadas por las Misioneras Eucarísticas de Nazaret, que también prestaron sus servicios en la parroquia en ese momento.

Desde el lunes, el templo ha estado llevando a cabo el rezo del Rosario por el Papa Francisco, con una foto suya adornando el altar y acompañada por los colores del Vaticano, los cuales fueron utilizados durante el Encuentro Mundial de las Familias.

El sacerdote Virgilio González comparte cómo su vida pastoral ha estado influenciada por el papado de Francisco. “Fui ordenado justo dos meses después de su elección, así que su ejemplo de sencillez ha guiado mi camino como sacerdote”, señala.

González también destaca la labor del Papa en motivar a los jóvenes a mantenerse activos y comprometidos con la fe, así como la llamada a salir y ayudar a aquellos que están en las periferias y no solo esperar a que vengan a la iglesia.

El arzobispo emérito de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora, quien también estuvo en esa misa, recuerda a Bergoglio como un hombre humilde que prefería no estar en el centro de atención. En una memorable conversación en la sacristía, el arzobispo le insistió para que celebrara la Eucaristía, a lo que finalmente accedió, resultando en una foto que se ha convertido en un precioso recuerdo.

Jiménez menciona que mostró esa fotografía a Francisco, quien se alegró mucho al verla. Ahora, tras su fallecimiento, el arzobispo invita a la comunidad a orar por él, recordando su leal servicio y liderazgo al frente de la Iglesia a nivel mundial.