Crónica Valencia.

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"Pediatras españoles evaluarán los efectos de la dana en la salud infantil de Catarroja y Sedaví".

Un nuevo estudio buscará evaluar el impacto de la reciente dana en la salud de los jóvenes en las localidades de Catarroja y Sedaví, en la Comunidad Valenciana. La Asociación Española de Pediatría (AEP) se encargará de investigar la evolución física, mental y nutricional de los menores a intervenciones temporales clave: a los 6, 12, 24 meses y 5 años después de los eventos catastróficos.

Durante la presentación de la 71ª edición del Congreso de Pediatría en València, el presidente de la AEP, Luis Carlos Blesa, explicó que este estudio tiene como meta no solo medir los efectos de la inundación, sino también desarrollar estrategias de prevención para futuras emergencias climáticas.

El proyecto, conocido como RESIA, es un estudio longitudinal que pretende arrojar luz sobre las consecuencias de la catástrofe natural en la vida de los menores. Además de identificar los daños ocasionados, se busca establecer factores protectores que favorezcan la resiliencia, contribuyendo así a enfrentar mejor cualquier eventual repercusión a largo plazo.

Blesa no dudó en calificar las consecuencias de la dana como “devastadoras”, resaltando la inmediata pérdida de vidas y aumento en la incidencia de enfermedades tras la inundación. También advirtió sobre problemas respiratorios adicionales, así como problemas emocionales que pueden tardar en manifestarse, un peligro que no se debe subestimar.

El proyecto es considerado crucial, especialmente dado que el cambio climático está teniendo incontables repercusiones sobre la salud infantil. La necesidad de recopilar datos que puedan anticipar respuestas adecuadas se vuelve cada vez más apremiante para proteger a los niños y adolescentes afectados.

En colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, el estudio evaluará parámetros vitales de salud entre la infancia afectada. Se planea trabajar con un grupo diverso de comunidades escolares, buscando el reconocimiento de las AMPAs y aplicando cuestionarios a los niños y a sus padres. Aunque se pretende iniciar con 500 participantes, el objetivo es alcanzar entre 1,000 y 2,000 participantes.

Los ejes de evaluación abarcarán la salud física y mental, calidad de vida, nutrición y el entorno familiar. La investigación utilizará herramientas validadas para examinar la salud mental, abordando aspectos como la ansiedad y el estrés postraumático que puedan surgir tras una experiencia traumática, respetando siempre la privacidad y el consentimiento de las familias involucradas.

Blesa subrayó la importancia de no solo recopilar datos, sino también de ofrecer apoyo emocional a los niños, destacando el análisis como una vía para reconstruir el bienestar integral de los afectados. “Reedificar no es solo restaurar infraestructuras, sino también fomentar el bienestar emocional y físico de los más jóvenes”, enfatizó.

Los primeros resultados de esta investigación están programados para presentarse en 2025, ofreciendo un análisis que puede influir directamente en políticas públicas de salud, protocolos educativos y protección infantil ante futuros desastres.

La elección de València como sede del Congreso es significativa, no solo por su infraestructura, sino también como un símbolo de la solidaridad que ha surgido tras la catástrofe natural. El doctor Juan Carlos Juliá Benito, presidente del Comité Local y de la Sociedad Valenciana de Pediatría, subrayó la capacidad de respuesta del pueblo valenciano y la colaboración entre los pediatras que han mostrado su compromiso desde el primer momento.

El congreso se erige como un tributo a las familias que han sufrido las consecuencias de la dana, evidenciando cómo la pediatría puede ofrecer respuestas en los momentos más desafiantes. Sin duda, un paso adelante en el camino hacia la recuperación de una comunidad herida por la adversidad.