En València, el programa de apoyo emocional a través de perros de intervención asistida, impulsado por la iniciativa de Yaracan junto a la Fundación Royal Canin, ha logrado impactar ya a más de mil estudiantes de las escuelas CEIP Ausiàs March en Paiporta y CEIP Paluzié en Catarroja.
Dirigido a niños de entre 5 y 12 años, este proyecto se centra en ofrecer experiencias lúdicas donde los perros desempeñan un papel central. Se desarrollará a lo largo de un año escolar y comprenderá cuatro visitas trimestrales a las instituciones educativas en las áreas afectadas, con la ambición de llegar a más de 2.000 pequeños.
Los talleres están diseñados para resaltar los beneficios que los animales pueden aportar en la vida de los niños, permitiendo un contacto constante con ellos a través del juego, desafíos en grupo y cuidado de los perros. Esta interacción no solo es divertida, sino que también tiene un impacto positivo en la salud emocional de los participantes.
Begoña Morenza, directora de Yaracan, explica que el programa induce un cambio de rol en los niños, quienes pasan de ser cuidados a convertirse en cuidadores. Todo esto ocurre en un ambiente seguro que fomenta la expresión de emociones, muchas de las cuales los niños traducen en coloridos dibujos dedicados a sus amigos caninos, reflejando cómo estos animales les ayudan a enfrentar sus problemas y les brindan compañía en momentos de tristeza.
Es importante señalar que la infancia es un sector altamente vulnerable en situaciones de crisis, como la que ha generado la dana, donde muchos jóvenes se enfrentan a cambios drásticos en su vida cotidiana. La angustia, el miedo y la inseguridad son solo algunas de las consecuencias psicológicas que emergen en estos casos.
El enfoque del proyecto es utilizar la capacidad de los perros para activar emociones positivas, lo que a su vez podría llevar a beneficios como el aumento de la producción de endorfinas y oxitocina, así como una reducción en la presión arterial, el ritmo cardíaco y los niveles de cortisol, todo lo cual tiene un efecto desestresante.
Además, la interacción con los perros fortalece el desarrollo emocional de los niños, promoviendo una mejor comunicación y la expresión de sentimientos. Este proceso contribuye a que los menores se sientan más seguros y que su autoestima y autovalía se vean reforzadas.
Las profesoras del CEIP Ausiàs March han comentado que las visitas de los perros han sido un verdadero alivio para la comunidad escolar. Las experiencias traumáticas vividas a raíz de la dana han dejado cicatrices emocionales que son difíciles de manejar, por lo que la presencia de los perros ha proporcionado momentos cruciales de alegría y tranquilidad para los estudiantes.
De acuerdo con la directora de Yaracan, la conexión que los niños establecen con los perros les permite centrarse en el aquí y el ahora, facilitando el juego y promoviendo la comunicación y socialización entre ellos. De este modo, el programa no solo genera momentos placenteros, sino que se espera que también logre mitigar el estrés y la ansiedad provocados por las experiencias recientes.
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