Crónica Valencia.

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Agricultores valoran las lluvias en el campo como un avance, aunque con excepciones específicas.

Agricultores valoran las lluvias en el campo como un avance, aunque con excepciones específicas.

Los productores agrícolas de València se encuentran en estado de alerta, vigilando de cerca los efectos de las recientes lluvias sobre sus cosechas de arroz, en particular en el momento crítico de la siega, donde el riesgo de inundaciones es una preocupación real.

VALÈNCIA, 30 de septiembre.

Las organizaciones AVA-Asaja y La Unió han emitido declaraciones en las que califican las lluvias recientes como "muy favorables" para el sector agrícola valenciano, a pesar de los temores manifestados por algunos agricultores. Estas preocupaciones parecen ser "aisladas" y limitadas a ciertas áreas específicas.

De acuerdo con la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), aunque existan "daños aislados", las lluvias han traído, en términos generales, efectos positivos para los cultivos y la ganadería. El agua acumulada no solo contribuye a recargar embalses y acuíferos, sino que también reduce la necesidad de riego, ayuda a limpiar los árboles, disminuye plagas y favorece el crecimiento de pastos vitales para el ganado. Además, se prevé que mejore la calidad de cultivos como cítricos, caquis, aguacates y aceitunas que están próximos a ser cosechados.

A pesar de los beneficios, AVA-Asaja ha indicado que es posible que se presenten problemas en las parcelas que han estado inundadas durante períodos prolongados, especialmente en áreas profundas afectadas por lluvias intensas cerca de barrancos, como ha sucedido en localidades de La Safor y La Ribera, según informaron en un comunicado.

En las regiones de arrozales, como Cullera y Sueca, la lluvia intensa ha causado inundaciones. Aunque se están utilizando bombas hidráulicas para drenar el agua hacia el mar, existe el riesgo de que algunos arrozales sufran daños si el agua alcanza las espigas, afectando así la producción.

En resumen, AVA-Asaja concluye que los efectos del reciente temporal son mayoritariamente positivos, especialmente para los cultivos que serán recolectados en las próximas semanas y para la ganadería que ahora cuenta con pastos más abundantes. Jenaro Aviñó, director de AVA-Asaja, ha destacado que las lluvias se han presentado en un momento óptimo para la maduración de cítricos y caquis, permitiendo una absorción efectiva por parte del suelo.

Aviñó también reconoció que, si bien la lluvia ha llegado un poco más tarde de lo deseado para las mandarinas extratempranas, será beneficiosa para las variedades de mayor importancia, como las clemenules y el caqui rojo brillante, que comenzará su recolección intensiva la próxima semana.

Las cosechas de aguacate, que se inician en diciembre, y las aceitunas también se beneficiarán, aunque se mencionó que hacen falta más lluvias en el interior, donde los olivos han sufrido debido a la falta de agua durante el verano.

Desde La Unió se ha hecho un balance de los efectos de la lluvia que resulta "muy positivo" para la agricultura, a excepción de áreas donde se ha registrado granizo de forma "muy localizada", así como en cultivos como el arroz, que son sensitivos al exceso de agua y humedad.

Se ha observado que seis estaciones meteorológicas en la Comunitat Valenciana han registrado precipitaciones que superan los 200 litros por metro cuadrado. Sin embargo, estas lluvias han caído de una manera discontinua y no han causado daños significativos, aportando un importantísimo beneficio hídricos para el campo y el ecosistema.

En algunas localidades, las lluvias han sido casi inexistentes, lo que ha dejado a los agricultores deseando un aporte más generoso de agua, tal como se manifestó en un comunicado.

Las recientes lluvias también permitirán a los agricultores reducir el uso de riego en un clima de aumento de los costos energéticos. Asimismo, facilitarán la regeneración de pastos e instalarán un suministro hídrico más estable para la ganadería extensiva. Además, contribuyen a limpiar el follaje de los árboles, protegiéndolos de plagas y enfermedades.

Entre los problemas que se han reportado figuran arrastres de tierra en lugares donde se han concentrado las mayores lluvias y algunos daños aislados en infraestructuras agrícolas, como márgenes y caminos. También se ha visto retrasada la recolección de cultivos como cítricos, caquis, uvas y almendras, además de daños en arroz y hortalizas debido a las inundaciones.

A pesar de que el granizo ha sido reportado de forma "muy localizada" en ciertas áreas de la Plana Baixa, sus efectos han sido mínimos, aunque se suma a los daños sufridos anteriormente en julio.

Las organizaciones están atentas a los posibles efectos negativos de la humedad excesiva en el arroz y el riesgo de que el agua almacenada afecte a las espigas o al grano. En el caso de las hortalizas, este exceso puede llevar a problemas de asfixia radicular, complicando su comercialización posterior. Para los cultivos de regadío, como cítricos y caquis, las lluvias serán favorables para mejorar la calidad de la fruta, mientras que en cultivos de secano como almendras y olivos ayudarán a aliviar la falta de agua tras un verano seco.

Finalizando, Carles Peris, secretario general de La Unió, expresó que, a pesar de la magnitud de las lluvias, se debe estar satisfecho con los resultados hasta ahora, dado el temor que existía sobre las consecuencias del temporal. Las lluvias han sido útiles y seguras, evitando episodios extremos y provocando solo daños puntuales en zonas específicas.