VALÈNCIA, 27 Ago. — En un reciente comunicado, la agrupación política Compromís ha puesto en el centro de la polémica los gastos que ha realizado la Generalitat, indicando que se han desembolsado hasta 22.000 euros en "comidas y cenas" desde la caja fija, específicamente atribuidos a figuras clave del gobierno, como el jefe del Consell, Carlos Mazón, el vicepresidente segundo Francisco José Gan Pampols, y el conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, durante el primer semestre del año 2025.

Durante una rueda de prensa celebrada el miércoles, el portavoz de Compromís en Les Corts, Joan Baldoví, expresó su descontento sobre la tardanza en la publicación de los gastos de esta caja fija, que, según él, llegó seis meses tarde. Como defensor de la transparencia, Baldoví remarcó que la Ley de Transparencia establece que este tipo de información debería ser divulgada mensualmente, lo que pone en entredicho la gestión actual de la administración autonómica.

Baldoví subrayó con firmeza que a diferencia de otros miembros del Consell, Mazón, Pampols y Rovira no han mostrado un "uso razonable" de los fondos públicos, tallando una crítica sobre sus importantes gastos. Revelando cifras específicas, indicó que el presidente ha expendido 11.000 euros en comidas, su vicepresidente 6.000 euros y el conseller de Educación, 5.000 euros, una situación que el político de Compromís consideró como un ejercicio de derroche.

El portavoz también aprovechó la ocasión para cuestionar la lógica detrás de la intención de Mazón de incluir su celebración de cumpleaños como un gasto del gobierno, una acción que fue considerada inadecuada y que aún carece de claridad en su explicación. En la misma línea, Baldoví manifestó su sorpresa ante el hecho de que el vicepresidente segundo, quien percibe un sueldo de 101.000 euros anuales, presente facturas tan pequeñas como las de dos euros, un acto que, en sus palabras, pone en duda su sensatez.

Más allá de las sumas de dinero en cuestión, Baldoví hizo hincapié en que estos comportamientos reflejan la filosofía del actual gobierno del PP. Afirmó que la administración no parece estar enfocada en servir a la población, sino en beneficiarse a sí mismos, sentando así las bases de su crítica respecto al estilo de gestión que se ha instaurado en la Generalitat.