La vicepresidenta primera y consellera de Servicios Sociales en la Comunitat Valenciana, Susana Camarero, ha expresado su preocupación por la crítica situación del sistema de acogida para migrantes en la región. En una reciente rueda de prensa, Camarero destacó que el gobierno valenciano está tomando medidas urgentes para abordar este asunto, incluyendo la planeación de un centro de “emergencia” para recibir a los migrantes, aunque aún se está buscando una ubicación adecuada para este espacio.

Durante su intervención, Camarero enfatizó que la gestión de los migrantes por parte del Gobierno central ha sido meramente “parches”, acusando a la administración nacional de no cumplir con su responsabilidad de implementar una política migratoria eficiente. La consellera subrayó que estas decisiones están afectando gravemente al sistema de atención en la Comunitat Valenciana.

La cuestión migratoria ha cobrado relevancia, especialmente tras el envío de expedientes por parte del Gobierno para trasladar a 11 menores no acompañados desde Canarias a la Península. Camarero indicó que el Consell ha presentado alegaciones a estos traslados, en un esfuerzo por detenerlos, dadas las circunstancias excepcionales que enfrenta la región en este ámbito.

La consellera también informó que desde junio hasta la fecha se han registrado 205 nuevos menores en el sistema, con 38 de esos ingresando solo en septiembre. Este ritmo acelerado de llegadas, con aproximadamente 20 menores cada ocho días, ha roto con la estabilidad del sistema de acogida, lo que resulta en una crisis sin precedentes, especialmente por la procedencia de muchos de estos jóvenes, que provienen en su mayoría de Marruecos y Argelia.

Además, resaltó que la Policía ha registrado un aumento en el número de menores encontrados en comisarías de varias localidades, quienes provienen de países como Somalia y Senegal. Camarero expressó su sospecha de que muchos de estos menores están relacionados con los cupos de adultos que el Gobierno está trasladando, lo que complica aún más la situación en la que se encuentran.

La consellera no escatimó en expresar la profunda preocupación del Consell por la incapacidad de ofrecer a estos menores la atención digna que merecen, dada la constante presión que el sistema de acogida está sufriendo debido a la llegada continua de nuevos migrantes.

Camarero también mostró su apoyo hacia la crisis humanitaria en Canarias, de donde se proyecta trasladar a cientos de menores a la Comunitat Valenciana, mientras criticó que el Gobierno central pretenda desviar su responsabilidad a las comunidades autónomas, sin haber asumido su obligación de acoger a todos los solicitantes de asilo.

A pesar de que la Comunitat Valenciana se identifica como una región solidaria y receptiva, Camarero cuestionó por qué otras comunidades como Cataluña y el País Vasco no han recibido también a estos menores, sugiriendo que el Gobierno debería actuar de manera más equilibrada en la distribución de la carga migratoria.