En un acto que resalta la eficacia y la rapidez del Ejército español, el Ministerio de Defensa ha informado, este viernes 29 de noviembre, sobre la destacada movilización de más de 17.000 soldados en respuesta a la devastadora DANA que afectó a la provincia de Valencia. Este despliegue militar, sin precedentes en la historia reciente del país, ha llevado a cabo más de 3.000 intervenciones en el transcurso de un mes, reflejando el compromiso de las Fuerzas Armadas por prestar auxilio en momentos críticos.

El comunicado oficial del Ministerio destaca diversas acciones esenciales realizadas por el Ejército, entre las que se incluyen operaciones de rescate, asistencia a la población y labores para restablecer infraestructuras dañadas. Estos esfuerzos se han clasificado como la misión militar más significativa en el territorio español, subrayando la importancia de la participación activa de las Fuerzas Armadas en situaciones de emergencia.

De acuerdo con lo que se ha expuesto por parte de Defensa, más de 17.000 efectivos de las tres ramas del ejército, junto a la Guardia Real, han estado trabajando arduamente bajo la coordinación de la Unidad Militar de Emergencias. Estas fuerzas han operado en turnos distintos para asegurar que se aborden todas las necesidades emergentes tras el paso del temporal.

En la actualidad, un contingente de 8.500 militares sigue activo, respaldado por más de 2.000 unidades de equipamiento. Defensa ha asegurado que esta misión se prolongará hasta que las áreas afectadas logren regresar a la normalidad, reafirmando el compromiso inquebrantable del Ejército español con el bienestar de los ciudadanos en situaciones de crisis.

En una fase inicial, las prioridades del Ejército se centraron en la búsqueda y rescate de aquellos atrapados por las inundaciones, utilizando tanto recursos terrestres como aéreos, incluidas grúas y embarcaciones, además de equipos especializados en rescate aéreo para acceder a zonas de difícil acceso. Gracias a estos esfuerzos, se consiguió salvar a más de un centenar de personas y se estableció una morgue para atender a las familias de quienes lamentablemente perdieron la vida.

En adición a estas acciones, Defensa ha resaltado que la atención a las necesidades de la población ha sido una prioridad continua. Más de 700 intervenciones médicas se han llevado a cabo, patrocinadas por la entrega de casi 90.000 litros de agua y 70.000 kilogramos de alimentos, junto con herramientas, productos de higiene y vestimenta para quienes lo requerían.

Reconociendo los efectos traumáticos de la catástrofe, el Ejército también ha proporcionado apoyo psicológico a los civiles afectados que enfrentan la dolorosa pérdida de seres queridos, hogares y medios de vida. Este acompañamiento incluye la reubicación de estas personas hacia áreas seguras y la conexión con centros de salud para la atención continua de enfermedades crónicas.

En cuanto a las labores de recuperación de infraestructuras, Defensa ha hecho hincapié en las tareas de limpieza y desagüe que han llevado a cabo los militares, describiendo la magnitud del trabajo realizado, que incluyó la remoción de escombros y lodo y la recuperación de 800 vehículos de lugares inaccesibles y cauces de ríos afectados.

Finalmente, el Ministerio ha elogiado los esfuerzos logísticos y tecnológicos desplegados durante estas operaciones, donde el uso de drones, helicópteros y equipos de buceo ha sido fundamental para localizar a personas desaparecidas y evaluar los daños. También se ha destacado la rehabilitación de la movilidad en diferentes localidades, como Buñol y Cheste, donde se han instalado puentes semipermanentes tipo Mabey para restablecer el acceso hasta que se construyan estructuras permanentes que reemplacen a las destruidas por las inundaciones.