Crónica Valencia.

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Gobierno y Generalitat discrepan sobre la divulgación de datos de responsabilidad administrativa.

Gobierno y Generalitat discrepan sobre la divulgación de datos de responsabilidad administrativa.

El consejero Mazón ha declaró recientemente que estuvo presente en un almuerzo de trabajo y subrayó que estuvo "comunicado todo el rato personalmente con todo lo que ocurría". Esta afirmación se produce en el contexto de la devastadora DANA que ha llevado a un trágico saldo provisional de 211 víctimas mortales en la provincia de Valencia. La situación ha dado origen a un intenso intercambio de acusaciones entre el Gobierno central y la administración autonómica, ambas partes involucradas en el Centro de Coordinación Operativo Integrado (Cecopi) que gestiona la crisis, sobre los eventos ocurridos el pasado 29 de octubre y la comunicación entre las administraciones para activar las alertas necesarias.

Según fuentes de la Cadena SER, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, intentó contactar en tres ocasiones a la consellera de Justicia, Salomé Pradas, para ofrecerle recursos ante la amenaza que representaba la DANA, sin obtener respuesta alguna. Posteriormente, la responsable de Interior convocó el Cecopi a las 17:00 horas, y cerca de las 19:00 horas, la alcaldesa de Paiporta, el municipio con más víctimas, notificó a Bernabé que el lugar estaba comenzando a inundarse. Finalmente, fue pasadas las 20:00 horas cuando se tomó la decisión de activar el mecanismo de alerta Es-Alert.

Durante una comparecencia posterior a la reunión del Cecopi, Bernabé mantuvo que "cada uno sabe la responsabilidad que tiene y la que tenía el día 29", insinuando en parte una falta de compromiso por parte de la Generalitat. Por su parte, Pradas, al ser entrevistada por À Punt y recogida por Europa Press, defendió que Bernabé poseía la "información" necesaria, pero que esta no fue adecuadamente comunicada, ni se le trasladaron "datos alarmantes" en el momento crítico.

El presidente de la Generalitat también ha defendido su posición, desmintiendo las acusaciones sobre su participación en un almuerzo de celebración de cumpleaños. "Lo desmiento categóricamente, fue un almuerzo de trabajo y ya está", afirmó, añadiendo que estuvo conectado todo el tiempo con lo que sucedía en el ámbito de la emergencia.

En un tono conciliador, la delegada Bernabé insistió en que el Gobierno de España está completamente enfocado en atender la emergencia y posterior fase de recuperación. "Si ahora los responsables que tenemos que estar distribuyendo y coordinando todas las labores de emergencia nos dedicamos a decir si yo hice o no hice o dejé de hacer, estamos fallando a la ciudadanía", defendió, enfatizando que los ciudadanos en situaciones críticas no necesitan un debate sobre las acciones pasadas.

Bernabé argumentó que los ciudadanos de las zonas más afectadas merecen acciones concretas, como la intervención de las Fuerzas Armadas para ayudar a limpiar los escombros, recolectar residuos y proporcionar alimentos. "Eso es lo que se merece la gente", subrayó, dejando en claro que no ofrecerá más declaraciones sobre los eventos del 29 de octubre hasta que sea el momento adecuado; "ahora nuestra prioridad es la que les acabo de relatar", sentenció.

Por otro lado, Pradas sostiene que existen serias deficiencias en la transmisión de información. Según su relato, el primer contacto con Bernabé reveló escasa información sobre las complicaciones. La delegada había dado una conferencia matutina sobre la alerta roja, pero se limitó a mencionar que las complicaciones empezarían alrededor de las 18:00 horas. Ella enfatizó que no se le dio información sobre el necesario despliegue de la Unidad Militar de Emergencias (UME), ni sobre la gravedad de la situación en ese momento crítico.

La consellera calificó de insólito que supieran de la situación de inundaciones a través de un alcalde, en lugar de recibir información oportuna del Gobierno. Pradas recalcó que este hecho limitó la capacidad de reacción de la Generalitat, la cual actuó inmediatamente pidiendo la activación de la UME en cuanto se recibió noticia de las inundaciones.

También hizo hincapié en la ausencia de Bernabé en la reunión del Cecopi a las 17:00 horas, así como la falta de comunicación de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que son instancias cruciales en la toma de decisiones en situaciones de emergencia. Según Pradas, la información sobre el riesgo de desbordamiento llegó de manera tardía y apenas se pudo actuar a tiempo para mitigar los efectos de la DANA.

En relación a la activación del sistema de alerta a móviles, Pradas manifestó su confusión por la ineficiencia de la comunicación durante la reunión del Cecopi, donde las advertencias críticas llegaron en forma de correos electrónicos, llegando incluso cuando la situación ya era desbordante. Este aspecto, afirmaron, es incomprensible dado que la Confederación Hidrográfica, en teoría responsable de esta información, estaba dentro del Cecopi. Las acusaciones siguen de un lado a otro, mientras la población afectada sigue lidiando con las consecuencias de la tragedia.