Un incendio ha tenido lugar en la localidad de Torrent, donde se han visto afectadas dos personas que habitaban de manera ilegal en un edificio en ruinas. Este incidente ocurrió en un inmueble que llevaba precintado desde los severos daños causados por la dana del 29 de octubre.

Los hechos se produjeron en la madrugada de un domingo, cuando el fuego se desató en el segundo piso de un edificio ubicado en la calle Maestro Fortea. Según los datos proporcionados por las autoridades locales y el Consorcio Provincial de Bomberos, se enviaron cuatro unidades de intervención desde Torrent y Catarroja, junto con un sargento de la localidad, para hacer frente a la emergencia.

Los equipos de rescate lograron acceder a las dos personas atrapadas en el piso superior del edificio incendiado, y fueron trasladadas a un centro sanitario para su evaluación médica. Aunque el incendio ha sido controlado, los bomberos continúan trabajando en la zona para garantizar la seguridad del lugar.

El incendio se declaró alrededor de las 7:53 de la mañana en un edificio que estaba catalogado como “gravemente afectado” y que había sido declarado “en ruina” por el consistorio. La administración local ha señalado que el inmueble estaba clausurado desde la dana y que se contaba con informes arquitectónicos que justifican su demolición, la cual se llevará a cabo tan pronto como se determinen las condiciones necesarias.

En el lugar del siniestro, además de los bomberos, se presentaron efectivos de la Policía Local y servicios médicos. Durante la operación, fue imprescindible el rescate de los okupas que se encontraban en el edificio, quienes, según los informes, no presentaron lesiones graves tras la atención médica recibida.

La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, y varios miembros del equipo de gobierno se hicieron presentes desde el inicio de la emergencia, ofreciendo apoyo a los servicios de rescate y supervisando las labores de extinción. La situación del edificio permanece complicada, pues está en espera de informes técnicos que permitan una demolición urgente, afectando a más de 40 vecinos cuya situación particular de propiedad está ralentizando la resolución del problema.