VALÈNCIA, 9 de diciembre.

Un reciente análisis revelado por la Federación Estatal de Trabajadoras de las Administraciones Públicas de CGT (FETAP-CGT) pone de manifiesto que, tan solo ocho horas después del devastador fenómeno meteorológico que golpeó la región el 29 de octubre de 2024, se dio aviso al 112 de la Comunitat Valenciana sobre las primeras inconveniencias en el servicio de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), específicamente en el trayecto entre Alginet y Castelló. A lo largo de esa mañana, se registraron interrupciones en la circulación, fallos eléctricos, problemas de comunicación y situaciones de alto riesgo.

Este informe ha sido presentado como parte de la acusación popular ante la jueza que investiga la gestión de la catastrófica riada, que dejó un saldo trágico de 230 víctimas fatales y severos daños materiales. Hasta el momento, se han identificado como investigados a la exconsellera de Justicia y Interior, Salomé Pradas, y a su exnúmero dos, Emilio Argüeso.

El documento, consultado por Europa Press, ofrece una cronología detallada de cómo la Generalitat actuó durante la dana, incluyendo las incidencias reportadas por FGV y el desempeño del Puesto de Mando de MetroValencia a lo largo del día en cuestión.

Según el informe, a las 7:59 horas del 29 de octubre, el Puesto de Mando de Metrovalencia alertó al 112 a través del Coordinador de Seguridad sobre la imposibilidad de realizar circulaciones entre Alginet y Castelló, dado el impacto de las lluvias en la infraestructura ferroviaria. Esto llevó a la interrupción temporal del servicio.

FETAP recuerda que Alginet se ubica en una zona propensa a inundaciones y sostiene que, a raíz de estos incidentes, la afirmación de que no se tenían conocimiento de la gravedad de la situación no se sostiene. "A las 8 horas ya había informes de incidencias significativas en una cuenca que justificarían el corte del ferrocarril", enfatizan.

Más aún, en ese momento, el Puesto de Mando comunicaba que no era viable implementar el servicio de autobuses sustitutorios, un protocolo habitual en tales casos, a causa del corte de la autovía A-7 por el acumulado de agua. Esto ocasionó la reestructuración del servicio ferroviario, estableciendo el final de la Línea 1 en Alginet y restringiendo el tráfico ferroviario entre Alginet y Castelló. De esta manera, desde FETAP se apunta que no solo había problemas en los ferrocarriles, sino también en la A7, que estaba intransitable.

Más tarde, a las 11 horas, las autoridades del Puesto de Mando decidieron detener completamente el servicio ferroviario en el trayecto entre Alginet y Castelló debido a los daños sufridos por la infraestructura a causa de las intensas lluvias.

Además, las intensas precipitaciones ocasionaron interrupciones en las comunicaciones con los depósitos de Font Almaguer, Alginet, Carlet, Alcudia y Alberic, sumado a la inundación de las vías en la estación de Carlet y fallos en la línea eléctrica que afectaban a los pasos a nivel, lo que obligó a recurrir a Procedimientos de Rebase de Señales (PRS) para mantener operativas aquellas líneas donde las condiciones eran viables.

La situación se agravó a lo largo de la mañana del evento meteorológico, llegando a producirse otro incidente notable a las 11:30 horas, cuando el Inspector del Puesto de Mando recibió un aviso del Capataz de Vías y Obras sobre la presencia de un vehículo en un barranco entre L'Alcúdia y Montortal, con dos personas en el techo pidiendo ayuda.

Después de comunicar este incidente al Coordinador de Seguridad, se dio aviso al 112, y dada la urgencia del caso, la Policía Local también fue informada.

"Las consecuencias de la falta de reacción, especialmente de los responsables del Plan de Emergencias, fueron desastrosas, incluyendo la muerte de dos personas en Alcúdia. En Algemesí, a pesar de que desde las 8 horas se había cortado el servicio ferroviario desde Alginet, hubo cuatro fatalidades", añaden desde el sindicato.

A las 17:30 horas, fue necesario evacuar a diez pasajeros y al maquinista de una unidad debido a fallos en la catenaria y a las intensas lluvias. Poco después, a las 19:05 horas, el maquinista de otro tren alertó que el agua había alcanzado el nivel de la vía en la estación de Paiporta e indicó que, aunque logró cruzar el tramo sin problemas, advirtió que las próximas circulaciones enfrentarían serias dificultades si el nivel del agua continuaba en aumento.

A las 19:40 horas, como se detalla en el informe, el personal de seguridad privada a cargo del acceso al complejo de València Sud advirtió de una gran masa de agua acercándose rápidamente hacia las instalaciones de FGV. Pudieron evacuar a tiempo su puesto y dirigirse al andén de la estación para resguardarse.

Igualmente, cerca de un centenar de usuarios que habían llegado en los últimos trenes se vieron forzados a permanecer en la estación hasta la evacuación al día siguiente. Varios empleados de los Talleres, Instalaciones Fijas y otros servicios ubicados en València Sud también se encontraron atrapados en sus puestos de trabajo y debieron buscar refugio ante la inminente inundación. A las 20 horas, ya se había producido una inundación que arrasó todas las instalaciones del complejo de València Sud.

Ante estos acontecimientos, FETAP-CGT argumenta que la Administración autonómica contaba con información "suficiente" para haber tomado medidas preventivas "cruciales", especialmente a partir de las 18:45 horas, cuando se detectó un incremento súbito del caudal en la Rambla del Poyo. Según su análisis, esta información no se trasladó a los municipios involucrados, ni se siguieron los protocolos estipulados en el Plan Especial de Inundaciones.

Finalmente, el Puesto de Mando de MetroValencia también terminó completamente inundado, lo cual obligó a evacuar al personal y generó una lesión grave de un trabajador debido a esta situación de emergencia.

Tras la revelación de estos datos alarmantes, FETAP-CGT ha solicitado que se tomen declaraciones como testigos de varios altos funcionarios, incluyendo al secretario autonómico de Infraestructuras y Transportes, Francisco Javier Sendra Mengual; el director gerente de FGV, Alfonso Novo Belenguer; el jefe de Seguridad Ciudadana y Protección Civil de FGV, José Pascual Rubio Alemany; y el jefe de la Unidad de Servicios al Público, Francisco José García Salas. Todos ellos estuvieron presentes o conectados al Puesto de Mando durante la emergencia y mantuvieron comunicaciones importantes con altos funcionarios del Consell", subrayan.

El sindicato enfatiza que los incidentes descritos en el informe muestran una clara falta de coordinación, ausencia de monitoreo de los cauces, deficiencias en la comunicación con los ayuntamientos y una implementación inadecuada de los procedimientos de protección civil.