VALÈNCIA, 18 de julio.

Este viernes por la tarde, un grupo de personas se reunió en la ciudad de València para manifestarse en contra de lo que califican como una "campaña de odio y violencia racista" que se ha intensificado en Torre Pacheco, en la región de Murcia, con un énfasis particular hacia la comunidad marroquí. Los asistentes expresaron su deseo de vivir en paz y exigieron que esta ola de xenofobia alimentada por la extrema derecha no prospere.

Entre los oradores se encontraba Boutaina El Hadri, una de las representantes de la organización València Pels Drets de les Persones Immigrades. Durante la protesta, destacó la importancia de la unidad frente al racismo y la xenofobia, lanzando un mensaje claro: "frente al odio, respondemos con solidaridad". La concentración tuvo lugar en la emblemática plaza del Ayuntamiento de València, un lugar simbólico para este tipo de movilizaciones.

Los participantes gritaron lemas como "Torre Pacheco no está sola" y "No nos vamos", mientras que diversos carteles mostraban mensajes como "València contra el odio" y "Ningún ser humano es ilegal". Estas declaraciones reflejan el sentimiento de resistencia y determinación de quienes se sienten amenazados por discursos de odio.

Las portavoces Fatine Sakri y Boutaina El Hadri enfatizaron que su manifestación era un claro rechazo al odio en todas sus formas, incluyendo el racismo, la islamofobia y la morofobia, al mismo tiempo que mostraban su apoyo a los afectados en Torre Pacheco. Sakri lamentó la situación que viven muchas personas que ahora sienten miedo de salir a la calle y han tenido que cerrar sus negocios debido al clima de hostilidad.

Asimismo, Sakri abordó el fenómeno de la islamofobia que, aunque en ocasiones es documentado en videos, considera que es solo la punta del iceberg de un problema mucho más grande. Criticó el racismo sistémico que se perpetúa a través de la legislación y la política de inmigración, señalando ejemplos recientes que vinculan la inmigración con la criminalidad.

La manifestante afirmó que no desean ser objeto de manipulación ni criminalización, y abogó por políticas que promuevan la igualdad y la no discriminación, enfatizando que es crucial evitar que la historia se repita.

El Hadri también expresó preocupación por la falta de representación de muchas mujeres marroquíes que no se atreven a asistir a estas manifestaciones por miedo, resaltando que en una sociedad democrática esto no debe ser aceptable. Criticó a los partidos políticos de extrema derecha, señalándolos como los verdaderos culpables de la atmósfera de miedo y odio.

La portavoz agradeció a las 1.250 entidades que respaldaron un manifiesto en contra del odio, considerando que este apoyo es vital para demostrar que es posible convivir en paz. Reiteró su deseo de armonía y reiteró la necesidad de contrarrestar la creciente ofensiva de la extrema derecha.

En su intervención, también advirtió sobre el impacto de los movimientos extremistas que se nutren de las redes sociales, lamentando que sus mensajes simplistas estén logrando penetrar en la sociedad. Esta es una tarea que, según ella, requiere un esfuerzo colectivo significativo para fomentar el diálogo y la cooperación.

Durante la lectura del manifiesto, los organizadores rechazaron la "criminalización colectiva" de los marroquíes y otros grupos inmigrantes en Torre Pacheco, así como cualquier acto de violencia incitada por grupos extremistas. Hicieron hincapié en que no se debe sustituir la justicia por linchamientos mediáticos o morales.

Finalmente, subrayaron que buscar la convivencia no se limita a rechazar el odio, sino a promover espacios de interacción y colaboración que fortalezcan la cohesión social y aseguren el bienestar de todas las personas, sin distinción. También se expresó la necesidad de abordar la difícil situación de los inmigrantes frente a instituciones que, según consideran, hacen más compleja su regularización, además de manifestar solidaridad con la crisis humanitaria en Palestina.