Crónica Valencia.

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Mazón exige a Compromís que aclare su conflicto interno tras las acusaciones de Baldoví sobre falta de responsabilidad.

Mazón exige a Compromís que aclare su conflicto interno tras las acusaciones de Baldoví sobre falta de responsabilidad.

La controversia sobre los gastos relacionados con las comidas del Consell y la coalición del Botànic ha vuelto a encender las discusiones en Les Corts. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha revelado su inquietud hacia Compromís, instando a esta formación a “aclarar” su situación interna después de que el síndic autonómico, Joan Baldoví, denunciara una “falta de responsabilidad” del gobierno en su día a día. Mazón ha afirmado que este estilo de gobernanza “no se inició el 29 de octubre ni culminó con la dana”.

En un tono provocador, Mazón ha planteado a Baldoví interrogantes sobre la identidad política de Compromís y los proyectos que realmente representa. “¿Está usted defendiendo a una fracción de Els Verds? ¿O quizás al grupo plurinacional de Madrid?”, ha planteado con evidente sarcasmo, sugiriendo que hay falta de claridad en sus objetivos.

El líder del PPCV no ha escatimado en críticas, preguntando “qué es Compromís hoy” y destacando que Baldoví parece estar perdiendo dirección. A modo de broma, le ha dicho que este verano deberá decidir entre “defender el frente popular de Judea o el judaico popular”. La ironía en sus palabras no es casual, dado el contexto de la fractura interna del partido, que se ha agudizado tras la separación de sus diputados en el Congreso.

En el marco de esta discusión, Baldoví ha invocado los resultados de una encuesta del CIS, que revela que un significativo 80% de los valencianos desea un cambio de liderazgo en la Generalitat, acusando a Mazón de representar un riesgo para la vida de los ciudadanos, haciendo referencia a las trágicas cifras de muertos tras la dana.

Baldoví también ha señalado lo que considera una grave irresponsabilidad del gobierno, enumerando la deuda acumulada con las farmacias, las recortes fiscales beneficiando a grandes empresas y los cierres de parques de bomberos justo en momentos críticos de calor, mientras se muestra “generoso” en gastos de comidas suntuosas. Su acusación se centró en los 12.000 euros gastados en cenas por el conseller de Educación, y otros 35.000 euros atribuidos a Mazón.

El síndic ha cuestionado la lógica detrás de estos gastos, exclamando si es razonable celebrar cenas de trabajo a altas horas de la madrugada y sugiriendo que, dada la remuneración de los altos funcionarios, deberían considerar comer en casa. “¿No tienen suficiente con cobrar 100.000 euros al mes?”, se ha preguntado, implicando que el Consell se comporta como un “cajero particular”.

Entre las facturas que ejemplifican esta situación, se menciona una cena de 853 euros para cuatro comensales, que supuestamente fue pagada en efectivo por un representante del restaurante de lujo, lo que llevó a Baldoví a cuestionar la procedencia de esos fondos y si hay irregularidades en la gestión financiera del gobierno.

Más tarde, Baldoví no titubeó al señalar que el presidente oculta tras un discurso vacío, pidiendo una respuesta a su llamado y sugiriendo que debería siquiera considerar dimitir y aclarar su situación ante los juzgados. La acusación sugiere un desgaste en la confianza pública hacia Mazón.

En su defensa, Mazón se mostró firme al afirmar que él cubre sus propios gastos, mientras acusaba a Compromís de no criticar las decisiones de Pedro Sánchez, insinuando que su gestión es aún menos responsable. Además, retó a la oposición a debatir sobre los gastos del anterior gobierno del Botànic, sugiriendo que se necesitarían varias horas para sacar a la luz todas las controversias.

Mazón, al referirse a las políticas fiscales de su gobierno, defendió una reducción significativa en impuestos para las rentas más bajas, argumentando que su administración se preocupa por los ciudadanos menos favorecidos y no por los “ricos”, desafiando nuevamente a Baldoví a cambiar de enfoque.

El ambiente en Les Corts se tornó tenso, con los diputados de Compromís levantándose para exigir la dimisión de Mazón, palmeando sus escritorios en señal de protesta. En respuesta, el conseller de Agricultura, Miguel Barrachina, subió al estrado para criticar a la exconsellera Isaura Navarro, destacando sus gastos excesivos, lo que derivó en un cruce de acusaciones que evidencian las divisiones dentro del panorama político autonómico.