En la ciudad de Valencia, el 5 de diciembre, se ha revelado información sensible que involucra a José Manuel Cuenca, quien es el jefe de gabinete del ex presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. En medio de la crisis provocada por la dana, Cuenca tuvo un intercambio crucial con la ex consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, en el que le instó a no confinar a la población, expresándole en un tono tranquilizador: "Tranquila, ché".

Estos mensajes han sido entregados a la jueza que investiga la gestión de la dana, un desastre natural que ha dejado un saldo trágico de 230 víctimas y enormes daños materiales. La ex consellera Pradas y su ex número dos, Emilio Argüeso, son las figuras bajo la lupa judicial en este proceso.

Pradas abordó por primera vez la existencia de estos mensajes en una entrevista reciente en el programa 'Salvados'. A raíz de sus declaraciones, la jueza solicitó la incorporación de estos mensajes a la investigación, lo que la ex consellera ya ha cumplido. En el material entregado se incluyen comunicaciones entre Pradas, Mazón y Cuenca.

En un mensaje que fue enviado a las 14:25 del 29 de octubre, Pradas alertó a Cuenca sobre la situación en Utiel, mencionando que las condiciones se estaban complicando. Es importante señalar que esta información ya la había compartido momentos antes con Mazón, sin haber recibido respuesta alguna.

Pradas informó a Cuenca sobre el desbordamiento del río y el cambio a Nivel 2 en la zona de Utiel-Requena. Ella estaba en contacto con el Centro de Emergencias, describiendo los despliegues en marcha, como la activación de la Unidad Militar de Emergencias (UME), y la llegada de un sistema de rescate aéreo a la localidad.

Después de informar sobre un fallecido en Utiel, Cuenca reenvió un mensaje del expresidente que indicaba la posibilidad de que se organizara un operativo a las 19 horas, a lo que Pradas respondió positivamente.

A las 17:01, Pradas continuó actualizando a Cuenca sobre el rescate de unas 100 personas afectadas en Utiel, explicando que los accesos terrestres eran impracticables y que solo un helicóptero había podido operar en la zona.

Alrededor de las 19:54, Cuenca envió mensajes apremiantes a Pradas para que no se considerara el confinamiento de la población. Pradas devolvió el mensaje, reconociendo la gravedad de la situación, a lo que él contestó con un contundente argumento: "Confinar una provincia es una barbaridad".

El intercambio continuó, y Pradas se mostró consciente de la situación crítica, defendiendo la necesidad de emitir restricciones en áreas específicas. Por su parte, Cuenca insistió en que cualquier acción de confinamiento requería un estado de alarma legal, algo que sólo podía ser decretado por la delegada presente en la situación.

Finalmente, Pradas, después de haber emitido un aviso a la población, también reiteró que el confinamiento podría soportarse bajo la ley de emergencias, a lo que Cuenca respondió con un tono conciliador, pidiéndole que dejara de lado esa idea. En sus últimas comunicaciones, ella le informó que la confederación iba a decretar un nivel 3, sugiriendo un enfoque prudente que solo afectaría a los municipios impactados por la crisis.