Los padres de una bebé de un mes de vida - ahora con seis años - que sufrió varias lesiones graves, incluida una fractura craneal, han evitado la prisión al llegar a un acuerdo con la Fiscalía que ha reducido la pena de 26 a dos años de cárcel. La niña, que fue declarada en situación de desamparo después del incidente, ahora vive con sus abuelos maternos bajo la tutela de la Generalitat y sigue recibiendo tratamiento por las secuelas que presenta.
Los padres, que nunca fueron detenidos, comparecieron el lunes ante la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia, donde admitieron estar de acuerdo con los cargos que se les imputaban.
En un principio, la Fiscalía solicitó 26 años de prisión por intento de asesinato, pero finalmente, tras el acuerdo alcanzado entre las partes, la pena se redujo a dos años de cárcel por un delito de lesiones graves con agravante de parentesco y atenuante de dilaciones indebidas. También se les aplicó la atenuante muy cualificada de reparación del daño, ya que abonaron 78.000 euros en concepto de responsabilidad civil a su hija.
Los abogados de los acusados solicitaron la suspensión de la entrada en prisión de sus representados, petición a la que el tribunal accedió, siempre y cuando no cometan ningún delito durante ese período de tiempo.
Junto con la pena de prisión, a los padres se les ha prohibido acercarse a la niña durante tres años, aunque probablemente se reducirá a dos años teniendo en cuenta el tiempo que ya han estado separados. Los abogados planean solicitar un indulto parcial al Gobierno para que les permita reunirse con la menor.
Los hechos ocurrieron hace seis años en el domicilio de la pareja en la localidad valenciana de Torrent, donde, de común acuerdo, causaron lesiones graves a la niña. Al día siguiente, la llevaron al hospital debido a la gravedad de su estado, donde quedó ingresada en la UCI durante aproximadamente 20 días.
La menor continúa bajo tratamiento por las secuelas sufridas, incluidas alteraciones motoras y daño cerebral. El abogado del padre ha expresado su confianza en que el resultado del juicio habría sido similar al acuerdo alcanzado, ya que no se pudo probar que las lesiones fueran intencionadas.
En definitiva, se ha dado una "tarjeta amarilla" a los padres, permitiéndoles recuperar las visitas con la menor en un futuro cercano, según ha señalado el abogado.
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