Crónica Valencia.

Crónica Valencia.

Protesta en València insta al Gobierno a detener envíos de armas a Israel que perpetúan el conflicto en Palestina.

Protesta en València insta al Gobierno a detener envíos de armas a Israel que perpetúan el conflicto en Palestina.

En València, se ha llevado a cabo una concentración significativa, la cual ha puesto de manifiesto un fuerte llamado al Gobierno para que detenga el tránsito de embarcaciones que transportan armas hacia Israel. Los organizadores han clasificado estos barcos como "buques de la muerte" al considerar que contribuyen al genocidio del pueblo palestino.

Bajo el lema provocador 'Stop vaixells de la mort. Cap port per al genocidi', los manifestantes se reunieron este sábado frente al emblemático edificio del Reloj del Puerto de València, un punto simbólico para expresar su rechazo a lo que consideran complicidad del Estado español en actos de violencia y violaciones de derechos humanos.

Jorge Ramos, miembro del grupo Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) País Valencià, ha denunciado la situación, afirmando que la nación no solo está siendo cómplice de un genocidio, sino que también está vulnerando leyes tanto nacionales como internacionales en un contexto en el que se alimenta lo que él califica como "el peor genocidio del siglo XXI".

Ramos subrayó que "todas las leyes prohíben que un país pueda participar en la venta, compra y tránsito de armamento que se dirija a Israel". En su intervención, hizo referencia a diversas normativas, incluyendo el Tratado de Comercio de Armas Internacional, la Ley 53-2007 española y la posición común de la Unión Europea de 2008, para argumentar que la política actual es ilegítima.

En este sentido, enfatizó que la cuestión no solo tiene implicaciones morales y humanas, sino que es igualmente pertinente en un marco legal, criticando la percepción que se tiene del Atlántico Norte como un bastión de democracia. “Los puertos siguen dejando pasar embarcaciones que alimentan el genocidio contra el pueblo palestino”, afirmó con firmeza.

La manifestación fue convocada por BDS País Valencià y Rescop, la coordinadora estatal de entidades pro-palestinas, y recibió el apoyo de otros movimientos como Voces por Palestina y Acampades i Estudiants per Palestina. Otras protestas similares están programadas en los puertos de Barcelona y Cartagena durante el mismo fin de semana.

Los manifestantes exhibieron una gran bandera palestina en el suelo y sostuvieron otra con el mensaje principal de la concentración. Pancartas con lemas como 'Fi al genocidi, boicot Israel', 'El port de València ven mort', y 'Prou silenci i complicitat' se hicieron notar, acompañadas de cánticos como 'Visca Palestina lliure' y 'El pueblo unido jamás será vencido'.

Desde Voces por Palestina se alzaron críticas hacia el Gobierno, que consideran incoherente en su discurso de rechazo al genocidio. Recordaron que, hace menos de dos semanas, el barco Rubi atracó en el puerto, una embarcación asociada a la empresa israelí Sim, conocida por transportar armas destructivas.

Esta embarcación, que ha sido cuestionada, se ha descrito como un medio para el transporte de misiles y bombas, con escalas en puertos como los de Marruecos o València, antes de dirigirse hacia los territorios ocupados palestinos, particularmente a la zona de Haifa.

El manifiesto manifestado por los organizadores también pone de relieve la implicación de los puertos estatales en el sufrimiento palestino, denunciando que, en el contexto de datos reveladores, casi 13.000 toneladas de "materiales de doble uso" han transitado por los puertos de Algeciras, València y Barcelona.

Los participantes también trasladaron la idea de que estos cargamentos son, en esencia, el “apoyo logístico a una maquinaria genocida” que ha causado la muerte de cerca de 50.000 personas en poco más de un año, además de provocar desplazamientos masivos y la destrucción de infraestructuras esenciales como hospitales y escuelas.

Con esta situación como telón de fondo, los manifestantes hicieron un llamado urgente al Gobierno español para que imponga un embargo completo e inmediato de armas a Israel, así como para que se detenga el tránsito de cualquier cargamento hacia el país. “Fin a los barcos de la muerte y ningún puerto para el genocidio”, exclamaron con determinación.

Adicionalmente, exigieron la implementación de un protocolo de inspección sistemática para los barcos que atraviesan los puertos españoles con destino a Israel, afirmando que se debe asegurarse que ningún cargamento relacionado con la opresión cruce dicho territorio.

Los organizadores concluyeron con una firme declaración: “El Gobierno español tiene una responsabilidad moral, humana e ilegal. No podemos continuar mirando hacia otro lado, permitiendo que nuestras infraestructuras sostengan un régimen considerado colonial y genocida”.

Entre los asistentes, destacó la presencia de Naama Farjoun, integrante del movimiento Israelíes Contra el Apartheid, quien compartió su experiencia personal al abandonar Israel en 2001, tras la segunda intifada. “Era crucial para mí desvincularme y luchar desde fuera, reconociendo que la única forma de generar presión sobre Israel era desde el exterior”, afirmó.

Farjoun recordó su tiempo como activista en Jerusalén, donde participó en protestas diarias en contra de la ocupación y la violencia, señalando que su decisión de marcharse provenía de la necesidad de no ser parte de un sistema que consideraba injusto. “A través de Israelíes Contra el Apartheid y otros movimientos, buscamos que se reconozca a Israel como un estado de apartheid”, afirmó con convicción.

Finalmente, enfatizó la realidad del genocidio y el reconocimiento de atrocidades que se viven en los territorios ocupados, expresando su preocupación por una nueva ley en proceso que podría criminalizar el apoyo al boicot. “Apreciamos un apoyo significativo y pedimos sanciones reales”, concluyó.