VALÈNCIA, 29 de octubre.

El Ayuntamiento de Torrent, en la provincia de Valencia, ha anunciado el inicio de los trabajos de demolición de varios edificios ubicados en la calle Maestro Fortea y la Carretera Mas del Jutge, que albergan en total 56 viviendas. Esta decisión se toma tras la declaración de ruina inminente de estos inmuebles, que tuvo lugar el pasado 29 de septiembre.

La acción se justifica por la necesidad de salvaguardar la seguridad pública, dado el alto riesgo de colapso de las estructuras, que han sufrido graves daños tras la DANA ocurrida en octubre de 2024. Estos edificios están situados en una de las áreas más afectadas de Torrent, específicamente en la intersección del barranco de l'Horteta y el barranco del Poyo, cerca del puente de Quatre Camins.

Debido a las labores de demolición, se mantendrá cerrado el acceso al puente de Quatre Camins para vehículos durante los días 3, 4 y 5 de noviembre, mientras que el paso de peatones estará restringido de 8 a 18 horas. Asimismo, la calle Maestro Fortea permanecerá cerrada las 24 horas de lunes a viernes.

La decisión de declarar estos edificios en ruina se basa en un decreto municipal de noviembre de 2024, que instó a desalojar y precintar los edificios luego de que los informes técnicos, tanto de una consultora externa como del propio servicio municipal, señalaran daños significativos en la cimentación y los muros de contención debido a la fuerza del agua.

El último Decreto de Alcaldía, emitido el 29 de septiembre, formaliza la situación de ruina de las edificaciones y ordena su demolición inmediata en un contexto de emergencia.

Esta demolición forma parte de un conjunto de medidas de emergencia del programa municipal diseñado para la reconstrucción de las áreas devastadas tras la catástrofe del 29 de octubre de 2024.

El objetivo de esta intervención, de naturaleza técnica y urgente, es garantizar la seguridad de la población y prevenir futuros peligros en las proximidades del barranco del Poyo y del l'Horteta.

Además, la demolición facilitará la continuación de las obras de estabilización del talud y la rehabilitación del colector norte de aguas residuales, que fue severamente dañado por el desbordamiento y que conduce las aguas industriales del polígono Mas del Jutge a la EDAR de Torrent.

Según los informes técnicos, la existencia de los edificios obstaculizaba la realización de los trabajos necesarios para garantizar la seguridad, haciendo de su demolición un paso esencial para avanzar en la reconstrucción del talud y la infraestructura hidráulica perjudicada.

José Gozalvo, concejal del área de Urbanismo, ha destacado la relevancia de esta acción, afirmando: "La demolición es una medida urgente e imprescindible para proteger a las personas y permitir la continuación de las obras de reconstrucción en un área con un nivel de riesgo extremadamente alto, donde la DANA ocasionó daños estructurales irreparables".