VALÈNCIA, 4 de enero. Un lamentable suceso tuvo lugar tras la conclusión del partido de fútbol entre el Valencia C.F. y el Real Madrid en el estadio de Mestalla, donde la Policía Nacional se vio obligada a intervenir ante comportamientos violentos de algunos aficionados. En el incidente, las fuerzas del orden arrestaron a dos hombres y una mujer tras agredir a varios agentes.
El altercado se desató a las 23:15 horas, en un momento crítico cuando los seguidores de ambos equipos se cruzaron al finalizar el encuentro. Según ha informado la Jefatura de Policía, el conato de enfrentamiento tuvo lugar en el interior del estadio, específicamente en la torre A, lo que puso en riesgo la seguridad de los asistentes.
Los miembros de la Unidad de Intervención Policial presentes en el lugar instaron a los sospechosos a dejar de lado su actitud violenta y evacuar el recinto. Hay que subrayar que el desalojo del estadio es un momento crucial para garantizar la seguridad de todos los presentes, y la colaboración de los aficionados es esencial.
Sin embargo, uno de los individuos arrestados mantuvo una actitud hostil y agredió a uno de los policías con un puñetazo. Mientras los agentes intentaban controlar y detener a este sujeto, los otros dos detenidos intervinieron, causando lesiones a la policía mediante patadas y puñetazos. Este tipo de comportamientos no solo son inaceptables, sino que socavan la integridad del evento deportivo y la seguridad pública.
La situación escaló, y se reportó que en medio de la reyerta, la mujer detenida no dudó en morder el brazo de uno de los agentes. Además, durante la revisión de pertenencias de uno de los arrestados, se incautó una sustancia estupefaciente, lo que indica que el problema aparece no solo a nivel de comportamiento, sino también en cuanto al consumo de drogas en eventos deportivos.
Como resultado de estas agresiones, cuatro agentes de policía requirieron asistencia médica debido a las lesiones sufridas. Este tipo de actos de violencia contra servidores públicos deben ser erradicados, y es vital que se impongan las sanciones adecuadas para disuadir a quienes piensen que pueden actuar con impunidad.
Los tres sospechosos, con edades de 20, 29 y 35 años y de nacionalidad española, han sido acusados de un grave delito: atentado contra agentes de la autoridad. Este incidente subraya la necesidad de mantener una vigilancia estricta durante los eventos deportivos para prevenir comportamientos que pongan en peligro tanto la seguridad de los ciudadanos como la de los propios jugadores y organizadores.
En el transcurso del dispositivo de seguridad establecido, la policía no solo detuvo a los agresores, sino que también levantó un total de 21 actas de propuesta para sanción por infracciones a la Ley del Deporte 19/2007. A esto se suman dos actas adicionales por infracciones relacionadas con la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana 4/2015, un reflejo de la creciente necesidad de aplicar la ley con firmeza en estos contextos.
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