Un innovador y económico dispositivo TAC se crea para detectar y prevenir lesiones equinas.

Un innovador y económico dispositivo TAC se crea para detectar y prevenir lesiones equinas.

VALÈNCIA, 16 Nov.

Un equipo de científicos del Instituto de Instrumentación para Imagen Molecular (i3M), una entidad conjunta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV), ha desarrollado un Tomógrafo Axial Computarizado (TAC) diseñado ergonómicamente para la exploración de extremidades de caballos. El objetivo de este dispositivo es detectar lesiones comunes en los caballos a tiempo, para poder prevenirlas y mejorar el bienestar animal.

El proyecto ha sido liderado por Laura Moliner, investigadora del CSIC en el i3M, y ha sido llevado a cabo en colaboración con la compañía británica Hallmarq Veterinary Imaging Ltd. Gracias a esta estrecha colaboración, el proyecto ha sido lanzado como producto en Estados Unidos antes de la finalización del contrato en 2022. Actualmente, ya se han vendido más de 10 unidades en hospitales veterinarios equinos, y también se ofrecen dispositivos móviles que pueden ser alquilados.

Según explican los investigadores, todas las disciplinas que implican montar a caballo generan tensiones en las estructuras óseas y en los tejidos blandos. Muchos caballos de competición experimentan fuerzas extremas en las extremidades inferiores durante maniobras como giros cerrados o aceleraciones rápidas.

La cojera posterior a una lesión en la extremidad distal es muy común en estos caballos. Por eso, el objetivo del desarrollo de este TAC específico para caballos es diagnosticar estas lesiones, realizar un seguimiento de su evolución y prevenir posibles lesiones.

El equipo científico del i3M decidió desarrollar un equipo simple y de bajo coste, capaz de tomar una imagen tridimensional en solo un minuto. El sistema consta de un panel detector de rayos X colocado cerca de la extremidad para explorar la mayor extensión posible, y un tubo de rayos X que gira junto al detector. Además, el sistema está ubicado a nivel del suelo para facilitar la posición del animal y se ha tenido en cuenta el diseño para que sea silencioso y no cause molestias durante la exploración.

Este dispositivo es mínimamente invasivo y se centra en el confort animal. Se han estudiado las geometrías y se ha seleccionado la instrumentación de forma que la radiación emitida por la fuente esté contenida dentro del panel. Sin embargo, también existe radiación dispersada por la extremidad del caballo, por lo que se ha incluido una pantalla plomada que protege al usuario sin afectar al bienestar del caballo durante la exploración.

El sistema permite visualizar la cojera de los caballos a diario, gracias a la visualización tridimensional de la imagen músculo-esquelética. Esto es esencial en lugares con una carga de trabajo significativa en medicina deportiva. Además, facilita la planificación de cirugías, detecta fracturas no desplazadas y cambios en la densidad ósea, y permite una mejor diferenciación de la patología ósea subcondral frente a la cortical gracias a su alta resolución.

Uno de los aspectos clave en el desarrollo de este sistema era que fuera silencioso y no intrusivo para el caballo. Por eso, este dispositivo también podría utilizarse para escanear las extremidades de otros animales de gran tamaño, como aquellos en reservas o santuarios que hayan sufrido alguna lesión y se esté monitorizando su evolución. La patente del dispositivo TAC pertenece a la empresa británica Hallmarq Veterinary Imaging Ltd.

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C. Valenciana