La Universidad Jaume I de Castelló y la Universidad Federal de São Carlos en Brasil han colaborado para desarrollar un compuesto semiconductor de metal-carbono con propiedades antimicrobianas, estabilidad y baja citotoxicidad. Este nuevo material tiene potencial para ser utilizado como aditivo o recubrimiento antimicrobiano en diferentes sectores como la automoción, la construcción y la equipación de instalaciones, sensores o catalizadores.
En un contexto donde la resistencia a los antimicrobianos tradicionales está en aumento y los microorganismos se adaptan constantemente, la innovación en materiales antimicrobianos se vuelve crucial para prevenir y controlar enfermedades infecciosas emergentes. Por ello, este nuevo compuesto ofrece ventajas significativas como estabilidad, baja citotoxicidad, efecto antimicrobiano sin activación y versatilidad en su aplicación en diversas superficies y bases poliméricas.
Los investigadores han destacado que el proceso utilizado para obtener este material es más eficiente que los métodos convencionales, ya que genera compuestos altamente antioxidantes que destruyen bacterias sin necesidad de activación. Además, la síntesis del material se realiza en condiciones suaves y no genera residuos secundarios, lo que lo hace aún más atractivo.
Este proyecto, liderado por investigadores de ambas universidades, tiene como objetivo desarrollar y adaptar el material en aplicaciones concretas a través de acuerdos con el sector empresarial. La colaboración entre ambas instituciones ha permitido obtener nuevos materiales y tecnologías que han sido publicadas en revistas especializadas.
La investigación que ha llevado a la creación de este compuesto ha sido financiada por entidades españolas y brasileñas, demostrando el compromiso de ambos países en la promoción de la ciencia y la innovación. La Universidad Jaume I se ha destacado por su enfoque en la transferencia científica y tecnológica para difundir el conocimiento generado por su personal investigador.
El Centro de Desarrollo de Materiales Funcionales, respaldado por la Fundación de Investigación del Estado de São Paulo y otras instituciones, ha sido clave en el desarrollo de este tipo de investigaciones. Gracias a la inversión en centros de investigación como este, se ha logrado avanzar en el campo de los materiales semiconductores y su aplicación en diversas industrias.
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