La ciudad de València ha puesto en marcha un experimento para analizar los efectos que podría tener una semana laboral de cuatro días en la salud y el bienestar de sus ciudadanos, el medio ambiente y la economía. La iniciativa se llevará a cabo durante un mes, aprovechando los cuatro festivos de abril y mayo. Se espera publicar los resultados en julio. El Ayuntamiento se centrará en los aspectos ciudadanos y no en los financieros o administrativos.
El experimento no implica una reducción de la jornada laboral anual. El alcalde de València, Joan Ribó, describió la iniciativa como una experiencia dentro de un "eje de innovación" centrado "en cosas que benefician directamente a las personas". Asimismo, la ciudad se convierte en "la primera del mundo en hacer un proyecto piloto sobre una jornada laboral de 32 horas durante un mes" con un enfoque en la ciudadanía, no en los intereses empresariales.
El experimento comenzó el 10 de abril, coincidiendo con el Lunes de Pascua, y abarcará el resto de los festivos en abril y mayo..