En un evento reciente en Valencia, las víctimas de la trágica depresión atmosférica que azotó la provincia el pasado 29 de octubre manifestaron su angustia y urgieron a los políticos a dejar de lado sus diferencias y trabajar en conjunto. La tragedia, que resultó en 228 muertes y daños materiales incalculables, ha dejado a muchos ciudadanos en una situación crítica que va más allá de la reconstrucción física.

La reunión, que tuvo lugar en la Diputación de Valencia y fue organizada como parte de una comisión de estudio, permitió por primera vez que las voces de los afectados ocupen un lugar central. Alrededor de la mesa se reunieron varios alcaldes y representantes de asociaciones de víctimas, quienes expresaron la necesidad urgente de recursos para atender el creciente requerimiento de apoyo psicológico entre los afectados.

A pesar de que unas veinte asociaciones de víctimas fueron convocadas, sólo una fracción se presentó a la cita. Muchas de las presentes coincidieron en la necesidad apremiante de más servicios de salud mental, subrayando el impacto emocional que ha dejado la catástrofe.

El alcalde de Pedralba, Andoni León, al dirigirse a los presentes, recordó su propia experiencia como uno de los afectados por la dana. Contó cómo, tras perder el suministro eléctrico y la cobertura móvil, él y otros líderes locales hicieron frente al desastre tocando puerta a puerta para alertar a los vecinos. León enfatizó la necesidad de incrementar los fondos destinados a la atención psicológica, dado que muchos continúan lidiando con las secuelas emocionales de la tragedia.

En su intervención, León destacó: “El apoyo material llegará, pero es igual de crucial atender el daño psicológico que han sufrido las familias”. En este sentido, hizo hincapié en que la inversión en salud mental es tan importante como la que se destina a la reconstrucción física.

El alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, también levantó la voz en la reunión, señalando la escasez de profesionales de la salud mental en su localidad. “No tenemos capacidad suficiente para enfrentar todas las solicitudes de ayuda psicológica que recibimos de niños y familias”, afirmó con preocupación.

Desde la diputación, la vicepresidenta Natalia Enguix apoyó a las voces de las víctimas y afirmó que el dolor no solo se disipa con ladrillos y cemento. “Reconstruir una vida y un sentido de dignidad es vital”, recalcó, añadiendo que los efectos emocionales de la catástrofe son de crucial importancia.

Otros alcaldes, como Eva Sanz de Benetússer, instaron a la colaboración y al trabajo conjunto, enfatizando la responsabilidad individual y colectiva en la lucha contra el cambio climático y en la respuesta a emergencias futuras.

Ricardo Gabaldón, alcalde de Utiel, hizo un llamado a aprender de la tragedia y a tomar medidas proactivas para evitar que tales eventos se repitan en el futuro. “Es esencial que utilicemos esta experiencia para mejorar nuestras respuestas y protocolos de seguridad”, enfatizó.

Desde la Asociación Ecos del Agua de Benetússer, Juan Carlos lanzó un contundente mensaje a los políticos: “Ya es hora de que abandonen las disputas y se centren en lo que realmente importa: el bienestar de la comunidad”. Su llamado fue claro: es momento de que se unan por el bien común y busquen transparencia respecto a los acontecimientos del 29 de octubre.

Representantes de la Asociación de Víctimas de la DANA resaltaron la importancia de recordar lo sucedido y de exigir respuestas claras sobre los fallos en la comunicación de emergencias. “Es vital que no se alteren los hechos ni se ignoren las lecciones que debemos aprender”, manifestaron, pidiendo una investigación rigurosa sobre la gestión de la crisis.

El presidente de la Asociación de Víctimas Mortales de la Dana subrayó que el verdadero problema no solo fue la tormenta, sino también la falta de acción adecuada por parte de quienes debían haber alertado y protegido a la población. En su intervención, hicieron eco de las preocupaciones sobre el cambio climático y exigieron a los responsables políticos que presenten planes claros para mitigar sus efectos en el futuro.

Para concluir la sesión, los portavoces de los partidos políticos también se manifestaron. Sergio Pastor de Vox se disculpó por la falta de acción provincial y pidió una revisión honesta de los errores cometidos. Dolors Gimeno, de Compromís, se centró en la necesidad de una mayor responsabilidad gubernamental, mientras que Carlos Fernández Bielsa, del PSPV, enfatizó la urgencia de responder a las necesidades de las víctimas con más eficacia en el futuro.

Vicent Mompó, presidente de la Diputación, reconoció que la autocrítica en la gestión es esencial para el aprendizaje y la mejora en la gestión de crisis. Aseguró que la experiencia adquirida en esta tragedia será clave para estar mejor preparados ante futuras eventualidades, haciendo un llamado a la unidad del pueblo valenciano en momentos de adversidad.