En un sorprendente giro de los acontecimientos en la localidad de Dénia, Alicante, la Policía Nacional ha capturado a un fugado belga de 48 años que era buscado por las autoridades de su país. Este individuo está bajo sospecha de haber cometido serios delitos, incluyendo agresiones y posesión ilegal de armas, lo que llevó a la emisión de una orden europea de detención.
La intervención policial se inició tras recibir un aviso sobre el ingreso de un hombre con características coincidentes en un hospital local. Al realizar las verificaciones pertinentes en sus registros, los agentes confirmaron que existía una OEDE a su nombre. Actuaron de inmediato y procedieron a su arresto una vez que el paciente fue dado de alta por los médicos.
Los delitos por los cuales era requerido por la justicia belga se habrían perpetrado entre 2016 y 2017 en la localidad de Tervuren. Este hombre había evadido la custodia de un centro psiquiátrico penitenciario desde abril de 2018, donde estaba recluido por tiempo indefinido debido a sus antecedentes de violencia y el uso indebido de armas.
Las acusaciones en su contra incluyen una agresión con un cuchillo a dos individuos en un establecimiento recreativo, motivada, según su propio testimonio, por el ruido que hacían. También se le atribuyen incidentes violentos contra su propia madre, a quien habría golpeado en varias ocasiones mientras se encontraba bajo los efectos del alcohol, según reportes de la Policía Nacional.
Tras completar las diligencias necesarias, el detenido ha sido trasladado al Juzgado Central de Instrucción número uno de la Audiencia Nacional, que se encargará de gestionar su extradición a Bélgica para que enfrente los cargos que pesan sobre él.
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