“El líder de la UME señala a la Generalitat como responsable: 'Necesitábamos su autorización para actuar'”
El teniente general Javier Marcos, al mando de la Unidad Militar de Emergencias (UME), ha hecho hincapié en la importancia de la colaboración entre las distintas administraciones ante situaciones de emergencia como la recientemente vivida en la Comunidad Valenciana. Durante una rueda de prensa celebrada en Moncloa y tras la reunión del comité de crisis presidido por el Rey Felipe VI, Marcos explicó que su unidad desplegó un contingente inicial de 500 militares, a la espera de la necesaria autorización por parte del Gobierno de la Generalitat Valenciana en el mismo día en que se presentó el temporal severo.
Marcos enfatizó que, aunque la UME posee la capacidad de actuar en cualquier parte del territorio nacional, no puede intervenir en un área de emergencia sin el pertinente visto bueno del director de emergencias de la comunidad autónoma correspondiente, dado que se encontraba en un nivel 2 de emergencia. "Mi unidad puede estar lista en la puerta de una crisis, pero su intervención depende de la autorización de las autoridades competentes", subrayó el jefe de la UME.
En su discurso, Javier Marcos reconoció que la actuación de su unidad no fue inmediata, algo que justificó tanto por las condiciones meteorológicas adversas como por la necesidad de mantener un orden riguroso. "No podemos añadir más desorden a una situación ya de por sí caótica", afirmó, dejando claro que la disciplina es esencial en operaciones de emergencia.
Además, el teniente general manifestó que, a medida que la situación fue avanzando y en coordinación con la Dirección de Emergencias de la Comunidad Autónoma, la UME incrementó progresivamente la presencia de militares en la zona afectada por el fenómeno meteorológico. “La decisión sobre nuestro despliegue recae en la Comunidad Autónoma. Es el Director de Emergencia quien establece los sectores donde debemos actuar”, añadió Marcos.
Relatando los acontecimientos del martes pasado, día en el que se desató la emergencia, el jefe de la UME explicó que su unidad ya estaba monitorizando la situación climática mediante herramientas de alerta previas y un despliegue anticipado. “Al percibir el potencial desastre, decidí activar estas herramientas, ordenando el alistamiento inmediato de unos 500 soldados del batallón número 3, que se encuentran en Valencia”, continuó explicando.
Este despliegue anticipado, según Marcos, permitió que, en el momento en que recibieron la autorización por parte de la Generalitat, los soldados estuvieran listos para entrar en acción en cuestión de minutos, habiendo tardado solamente 15 minutos en partir desde que se dio la orden. “Los militares se movilizaron en condiciones difíciles, dado que la meteorología complicó el desplazamiento”, acotó.
El teniente general destacó que, al recibir luz verde, su unidad fue de las primeras en acceder a la zona de emergencia, destacando que alrededor de 100 soldados comenzaron a trabajar en Utiel-Requena, donde muchos otros servicios no podían operar debido a que estaban completamente bloqueados por las inclemencias del tiempo.
Javier Marcos también detalló que, ante el deterioro de las condiciones meteorológicas, se organizó una segunda intervención conforme al mismo protocolo. “Ante el rumbo que tomaban los eventos, alerté a mil militares, quienes se desplegaron en la provincia de Valencia durante la noche para que, al amanecer, los ciudadanos viesen la presencia de las Fuerzas Armadas”, explicó, visibilizando la rapidez de su respuesta ante la crisis.
Cuando fue interrogado sobre la posible conveniencia de elevar la clasificación de emergencia para que el Gobierno central asumiera el mando, el jefe de la UME rechazó realizar valoraciones ajenas a su labor, enfatizando que su responsabilidad era “servir para salvar”. Marcos defendió que no le corresponde a él determinar la operativa da un nivel 3 de emergencia, aclarando que la UME es un recurso de las Fuerzas Armadas que actúa en situaciones de crisis.
Por último, el teniente general informó que la atención no solo se centraba en Valencia, sino que también se estaban estableciendo coordinación con los servicios de emergencia de Tarragona y continuaban monitoreando situaciones en otras áreas como Almería y Cádiz, así como en Castilla-La Mancha, asegurando que la UME permanecerá en alerta y lista para actuar donde sea necesario.
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