VALÈNCIA, 25 de diciembre.

Una joven artista decide internarse en una residencia creativa con la esperanza de superar un bloqueo que ha paralizado su trabajo. Lo que inicialmente parecía ser una oportunidad para revitalizar su creatividad, pronto se transforma en una experiencia tumultuosa que desata las sombras tanto de su psique como de los demás que la rodean.

Este es el escenario que presenta 'Hasta aquí todo va bien', la primera novela de la autora valenciana Estela Sanchis. En esta obra se explora de manera profunda la naturaleza de la violencia, la crueldad y las relaciones tóxicas, así como los límites de la intimidad y la delgada línea entre la realidad y la ficción.

Publicada por la editorial Candaya, la novela invita a los lectores a confrontar dilemas éticos y morales mientras sigue la vida de tres creadores que deben coexistir en un contexto artístico. La narrativa alterna entre esas semanas de convivencia y las memorias pasadas de la protagonista, cuya lucha por la creatividad se entrelaza con la presión de las interacciones en la residencia, como señala la escritora en una entrevista con Europa Press.

Sanchis revela que la obra fue inspirada por su propia experiencia en una residencia artística, y la elección de utilizar su nombre para el personaje principal busca establecer una conexión más intensa con el lector. "El libro está diseñado como una autoficción. Partimos de lo real, utilizando personajes que representan momentos de verdad. Esta estrategia tiene como objetivo generar una reacción más visceral frente a las cuestiones éticas planteadas", explica la autora.

Un tema que también emerge del texto es la intención de romper con los estereotipos de género. Al respecto, Sanchis sostiene que aunque se han hecho avances, persisten temores en torno al poder femenino. "Es curioso cómo, a pesar de que la protagonista posee el control, muchas opiniones se centran en la inquietud que provoca su figura en las lectoras", puntualiza.

La narrativa no solo se centra en la experiencia individual de la joven artista, sino que también revela las diversas formas de violencia que pueden estar presentes en la vida cotidiana. Según la escritora, "los aspectos que asumimos como normales pueden volverse amenazantes, ya que nos sorprenden en nuestra rutina diaria. A menudo, automatizamos decisiones y hacemos concesiones, lo que nos hace más susceptibles a aceptar situaciones inapropiadas".

Sanchis sostiene que el entorno cotidiano, al ser visto como un espacio privado, puede inhibir la intervención ante actos de violencia, lo que matemáticamente se traduce en menos acciones contra lo que se consideraría inaceptable si fuera en un lugar público.

'Hasta aquí todo va bien' ha sido bien recibida por la crítica, y la autora ya se encuentra trabajando en su próximo proyecto literario, el cual describe como "una experiencia totalmente diferente".

Además, Sanchis continúa liderando la librería Bangarang en València, un local que ha cobrado importancia desde su apertura justo antes de la pandemia.

La autora admite que equilibrar su carrera literaria con la gestión de la librería puede ser complicado, especialmente en un momento tan activo de programación cultural, pero se muestra entusiasta por las posibilidades que ofrece. "Aspiramos a crear una agenda emocionante para 2026 que nos permita seguir creciendo", concluye.

Estela Sanchis, nacida en València en 1988, es licenciada en Bellas Artes por la Universitat Politècnica de València, donde también completó un Máster en Fotografía, Arte y Técnica en 2016. Su trabajo se centra en la fotografía, explorando las relaciones entre desconocidos y el voyeurismo en la sociedad contemporánea. Ha participado en exposiciones colectivas y ha realizado exposiciones individuales tanto en España como en Islandia. En 2017, recibió la beca VEGAP para trabajar en su último proyecto.

En 2019, fue galardonada con el programa Cultura Resident del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana para desarrollar la plataforma Raïm, y a finales de ese año, junto con Jaime Belda, inauguró la librería Bangarang.