En un contexto de crisis económica apremiante, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha expuesto la urgente necesidad de implementar un plan de revisión de gastos. Según Mazón, la falta de acceso al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) extraordinario ha llevado a la Comunitat Valenciana a una situación "drástica", y no ha escatimado en criticar al Gobierno de Pedro Sánchez, a quien acusa de asfixiar financieramente la región. "Ante los grandes desafíos, se requieren soluciones contundentes", enfatizó.

Durante una reciente visita a las obras del complejo sanitario de Campanar, el presidente insistió en que es crucial evaluar y ajustar los gastos generales de la administración, algo que, según él, debería ser una práctica constante en cualquier gestión pública. A su vez, subrayó que ha solicitado a todos los departamentos del Consell un análisis exhaustivo para identificar áreas de gasto, particularmente en el ámbito del personal y el funcionamiento administrativo.

Mazón argumentó que la Generalitat necesita adoptar medidas más estrictas debido a la "escasez de financiamiento". Manifestó la importancia de abordar el "gasto superfluo" que aún persiste y que debe ser objeto de revisión. "Este enfoque debería ser habitual en toda administración, no solo en tiempos de crisis", añadió.

Refiriéndose a la fecha crítica del 7 de julio, Mazón expresó su falta de optimismo respecto a la posibilidad de recibir el FLA extraordinario antes de esa fecha. Según él, esta fecha es una línea divisoria que marcaría el inicio de los problemas si la situación no se resuelve. "No estamos estipulando esta fecha arbitrariamente; es la última oportunidad que tenemos para coordinar pagos antes de que febrero concluya", aclaró.

El presidente destacó la urgencia de la situación, advirtiendo que si se llega al 7 de julio sin un progreso, muchas oportunidades de pago se perderían en agosto. Por ello, ha instado a las consellerias a preparar un plan de acción para eliminar todos los gastos innecesarios. "Si es necesario, yo asumiré la responsabilidad de estas decisiones", afirmó con determinación.

Mazón subrayó que la lucha contra el gasto superfluo es una batalla que debe ser constante, aunque la intensidad de los esfuerzos pueda variar. Admitió que un respaldo federal más efectivo aliviaría la presión sobre sus recursos, haciendo hincapié en las promesas incumplidas del Gobierno central en cuanto a la liquidez para la Generalitat.

A pesar de la incertidumbre sobre los ingresos que pueda recibir la región, subrayó que su enfoque no significa que cualquier ahorro se destine de inmediato a mejorar políticas sociales. "Esta iniciativa busca asegurar que se elimine el gasto innecesario sin comprometer el bienestar social", explicó.

El presidente reiteró que la situación de la Generalitat es más complicada que la de otras administraciones, aduciendo que, en su opinión, es "dramática y crítica". Criticó las afirmaciones del Gobierno sobre el aumento de las transferencias, denunciando que estos fondos son simplemente un reembolso tardío de lo que ya han pagado los valencianos.

Con firmeza, Mazón instó a dejar de lado la desinformación alrededor de las entregas a cuenta. Aseguró que aunque se haya recaudado más que nunca, el tiempo de espera para la devolución ha sido excesivo, lo que ha generado problemas financieros palpables en la Comunitat Valenciana.

Finalmente, en alusión al sector de la Sanidad, Mazón aclaró que no será excluido del análisis del gasto. Reconoció los esfuerzos realizados por dicho departamento para renegociar contratos y optimizar recursos, a la vez que reafirmó su compromiso de seguir buscando oportunidades para reducir costos innecesarios. "La gestión adecuada implica también la obtención de ahorros", concluyó.