Nuevo centro educativo de hostelería para personas con síndrome de Down rompe con estereotipos y brinda oportunidades
La Marina de València ha inaugurado un nuevo centro de formación en hostelería y espacio para eventos con un enfoque especial: brindar oportunidades laborales a personas que no hayan tenido la posibilidad y desafiar los estereotipos en torno a la discapacidad intelectual, en particular a las personas con síndrome de Down.
La iniciativa, llamada La Mare que Va, es una colaboración entre Asindown y Gourmet Catering, que se encarga de formar a personas con discapacidad intelectual y síndrome de Down, y, sobre todo, "demostrar a la sociedad que están capacitadas para trabajar", ya que "las barreras que enfrentan en su día a día no las han creado ellos, sino nosotros, debido a la falta de conocimiento; eliminando este factor, se pueden abrir puertas".
En la presentación del centro, estuvieron presentes el director de proyectos de Asindown, Samuel Romero; el gerente de la entidad, Manuel Campos; la coordinadora del proyecto, Roberta Lazzari, y la directora de Gourmet Catering, Raquel Vicente.
Los responsables del proyecto lo describen como "una locura de dimensiones gastronómicas" y cuentan que el nombre proviene de la expresión de asombro que provocó cuando se dio a conocer la iniciativa.
En este espacio acristalado con vista al mar, la formación es fundamental, ofreciendo clases de cocina y servicio de mesa a un grupo de diez personas con síndrome de Down. Los profesionales de Gourmet han sido entrenados por personal de Asindown para proporcionar los conocimientos de una manera que se adapte a las necesidades de los estudiantes. Al finalizar sus estudios, recibirán un certificado de profesionalidad de Labora.
Roberta Lazzari ha destacado que los eventos que se celebren en las instalaciones estarán orientados al "aprendizaje práctico". "Las personas con discapacidad suelen enfrentar dos grandes obstáculos a la hora de encontrar empleo: contar con una formación adaptada a sus capacidades y disponibilidad, y tener oportunidades en entornos reales, que no se ofrecen debido a la falta de conocimiento o al temor de cómo se llevará a cabo", lamentó.
La Mare que Va ofrece "formación a medida" y "entornos de trabajo reales a través de eventos", una modalidad hostelera que permite una mayor planificación que un restaurante convencional, pero que brinda a los estudiantes la oportunidad de practicar la toma de pedidos, la preparación de la cocina, el servicio de mesa, la cocina y el protocolo de recepción.
Sin embargo, estos eventos van más allá de la experiencia puramente práctica: "Son una herramienta de comunicación para mostrar a la sociedad las capacidades de los estudiantes y demostrar lo que son capaces de hacer", destacó Samuel Romero.
Gourmet Catering aportará su experiencia en la organización de más de 2.500 eventos para formar a los estudiantes y ofrecerles oportunidades de incorporación laboral.
Manuel Campos añadió que La Mare que Va está destinado a las personas a las que se les ha dicho que no podrán trabajar en empresas convencionales. "Nosotros decimos que sí pueden, pero necesitan una oportunidad y un poco más de tiempo de formación", afirmó.
Las instalaciones de La Mare que Va son luminosas y ocupan un espacio que anteriormente era una biblioteca construida para la Copa América y que llevaba tiempo en desuso. Reformado en colaboración con Grupo Bertolín según criterios de sostenibilidad ambiental, cuenta con ventanas que dan al mar y a la calle. Durante la presentación, se pudieron ver grupos de estudiantes en los alrededores, observando lo que ocurría en el interior.
Manuel Campos resaltó la importancia de que haya mucha gente que pueda presenciar el trabajo que se realiza en este centro, especialmente niños. "El cien por cien de las personas con discapacidad de Asindown ha sufrido acoso escolar y son estos niños los que determinarán el futuro de la educación en nuestra sociedad. Necesitan ver y convivir con personas con discapacidad en su día a día", afirmó.
El objetivo es ampliar el número de estudiantes a medida que el proyecto avance y abrirlo a otros colectivos en riesgo de exclusión, un trabajo que ya se está llevando a cabo con el Ayuntamiento de València. "Estamos abiertos a cualquier propuesta empresarial", comentó Manuel Campos. Según los responsables, varias compañías ya han mostrado interés y se ha sugerido la celebración de una boda en el centro. "Poco a poco", añadió Campos, "la idea es que esto no se detenga".
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