VALÈNCIA, 18 Nov. — En la localidad valenciana de Paiporta, duramente afectada por la DANA del 29 de octubre, un grupo de padres y madres de estudiantes ha alzado su voz para exigir que se priorice una solución integral para la comunidad educativa. Critican la falta de acción y celeridad por parte de las autoridades, a las que describen como "muy dormidas" en una situación que consideran de auténtica "zona catastrófica" no solo a nivel material, sino también educativo.

Gloria Fos, quien funge como vicepresidenta y tesorera del AMPA del CEIP Rosa Serrano, ha puesto de manifiesto los múltiples desafíos que enfrenta actualmente la comunidad educativa de Paiporta. En declaraciones a Europa Press, destacó que hay tres frentes principales que requieren atención inmediata.

En primer lugar, se encuentran muchos niños y niñas atrapados en el municipio, debido a que sus padres no cuentan con un vehículo para trasladarlos a centros de acogida. Esta situación les ha dejado "encerrados" y "desamparados" durante más de dos semanas. Aunque se ha introducido la opción de clases online, desde las AMPA se recalca que los problemas de conectividad persisten y no todos los menores poseen dispositivo alguno para poder participar, lo que "segrega claramente" a los estudiantes.

Por otro lado, la imposibilidad de establecer líneas de autobús para los aproximadamente 4.000 niños de la comunidad educativa se debe principalmente a razones de seguridad. Fos subraya que las calles están llenas de maquinaria pesada, alcantarillas abiertas y problemas de contaminación bacteriológica, lo que representa un serío riesgo para los menores.

El tercer frente que señala Fos trata sobre la situación de los centros de acogida de otros municipios, que han planteado el 22 de noviembre como fecha límite para que el alumnado desplazado formalice su matrícula. Sin embargo, algunos responsables han notificado que ya tienen la ratio de alumnos superada y no podrán albergar a más, lo que podría llevar a que los niños sean dirigidos a un tercer centro, aumentando el nivel de "estrés postraumático" que ya enfrentan, según advierte la representante del AMPA.

Durante la reunión llevada a cabo la semana pasada con distintos agentes implicados, la inspectora de Educación de la zona se comprometió a solicitar una flexible ampliación de plazos. Sin embargo, Fos califica esa reunión de "tensa" y describe la sensación de que se dirigen "cuesta abajo y sin frenos". Además, mostró su preocupación por la falta de comunicación entre el Ayuntamiento y la Generalitat, así como entre las consellerias de Educación y Sanidad.

Fos expresó su frustración ante las decisiones que se han tomado “de manera unilateral”, reconociendo que si bien hay razones válidas para no implementar autobuses en este momento, es crucial no generar falsas expectativas a través de circulares. "Se precisa una coordinación eficaz en medio del caos", reclama, mientras observa cómo se hace mucho énfasis en la reapertura de colegios, desatendiendo a aquellos que permanecerán cerrados durante meses o incluso serán demolidos.

En la mencionada reunión, el Ayuntamiento de Paiporta exigió a la Conselleria de Educación una flexibilización en los plazos para el inicio de clases y la intervención en los centros para garantizar una "entrada segura". Se acordó no reanudar las clases hasta que se cumplieran todos los requisitos de Salud Pública, aunque la Conselleria había anunciado que el 25 de noviembre se daría inicio a la actividad lectiva. Sin embargo, la Concejalía, en respuesta a las peticiones de los centros educativos, optó por esperar antes de reiniciar las clases.

En medio de esta complicada situación, los padres y madres de Paiporta instan a las administraciones a proporcionar soluciones generalizadas que eviten la discriminación entre los estudiantes. Una madre de la localidad, que tiene dos hijos pequeños, no duda en expresar su descontento: "Me da igual cómo lo hagan. En España, la educación es obligatoria a partir de los 6 años. No debería ser mi responsabilidad buscar soluciones; las autoridades deben asegurar el acceso a la educación para los niños, que normalmente son los que menos voz tienen".