ALICANTE, 3 de agosto.
El Departamento de Salud de Dénia ha introducido un innovador método de tratamiento para el tromboembolismo pulmonar que promete minimizar los riesgos asociados con el enfoque tradicional y reducir considerablemente el tiempo de hospitalización. Este procedimiento, realizado en la sala de radiología intervencionista, utiliza catéteres multiperforados y la energía de ultrasonido para llevar a cabo una trombólisis específica en pacientes que padecen esta grave condición.
El tromboembolismo pulmonar, resultado de trombos en las arterias pulmonares, interfiere con el intercambio de gases y pone en peligro la estabilidad hemodinámica del paciente. Esta dolencia es particularmente común entre los ancianos y aquellos con enfermedades preexistentes, como el cáncer o la obesidad, así como en personas que han estado inmóviles durante mucho tiempo, según ha informado la Generalitat.
Este nuevo método reemplaza la trombólisis sistémica, que implica el uso de dosis elevadas de medicamentos administrados por vía intravenosa, una práctica que conlleva un riesgo significativo de hemorragias, sobre todo en el cerebro.
En el tratamiento convencional del tromboembolismo pulmonar, la administración de alteplasa a nivel sistémico presenta un alto riesgo de hemorragias cerebrales, un riesgo que ha disminuido "considerablemente" gracias a la nueva técnica intervencionista que utiliza ultrasonidos. Este avance ha sido crucial para ampliar los criterios de inclusión en el tratamiento, mejorando así la seguridad para los pacientes.
El equipo médico que lidera la radióloga intervencionista Carolina Gutiérrez Ramírez ha establecido un enfoque coordinado entre los departamentos de Radiología Intervencionista, Cuidados Intensivos y Medicina Interna, con el objetivo de llevar a cabo de manera protocolizada la trombectomía guiada por ultrasonidos. Esto permite intervenir en las etapas más tempranas de la enfermedad y, en consecuencia, mejorar los resultados para los pacientes.
Según las palabras de la doctora Gutiérrez, "la colaboración con otros departamentos es esencial. Al detectar indicadores clínicos de tromboembolismo pulmonar en el hospital, se procede a realizar una angiotomografía pulmonar. Si el diagnóstico se confirma en un paciente de alto riesgo, se le traslada a la UCI para iniciar la intervención".
El acceso se realiza a través de la vena femoral derecha, atravesando las cavidades cardíacas hasta situar los catéteres en las arterias pulmonares principales. Estos catéteres no solo emiten energía ultrasónica para fragmentar el trombo, sino que también permiten la administración localizada de un potente medicamento fibrinolítico, la alteplasa.
Este enfoque específico reduce de manera "notable" la cantidad de medicamento utilizado en comparación con la trombólisis sistémica, disminuyendo así el riesgo de eventos adversos graves, como las hemorragias cerebrales.
El uso localizado de este fármaco ha resultado en la ampliación del grupo de pacientes que pueden beneficiarse del tratamiento, que ahora también incluye a aquellos en situaciones postoperatorias, mujeres embarazadas y personas previamente excluidas debido a su alto riesgo de hemorragia. En el Hospital de Dénia, ya se han tratado casos de trombosis venosa profunda, particularmente en jóvenes con trombosis extensas en las extremidades inferiores.
El objetivo de este enfoque es prevenir el síndrome posflebítico, una complicación que puede limitar seriamente la movilidad a largo plazo. Hasta ahora, se han tratado cuatro casos de trombosis venosa profunda con resultados positivos, permitiendo a los pacientes recuperar su movilidad en escasos días tras el procedimiento.
El procedimiento también es flexible: si después de la primera etapa del tratamiento persiste algún trombo residual, se puede realizar una trombectomía mecánica utilizando un catéter adicional que lo aspire directamente.
La incisión que se realiza es mínima, de apenas tres milímetros en la ingle, lo que acelera la recuperación. La mayoría de los pacientes que se someten a este tratamiento han visto reducido su tiempo de estancia en la UCI de cinco a siete días a solo un día en planta.
Desde la introducción de este método, el hospital ha tratado cerca de treinta pacientes, con datos que revelan que el 90 por ciento ha sido dado de alta de la UCI en menos de 48 horas.
En la actualidad, cuatro hospitales en la Comunitat Valenciana cuentan con esta técnica avanzada: el Hospital General Doctor Balmis, el Hospital General de Castellón, La Fe de València y el Hospital de Dénia.
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