VALÈNCIA, 23 de julio. Un insólito atraco ha sacudido a la ciudad de Catarroja en Valencia, donde una madre y su hijo han sido arrestados por simular un robo armado en un salón de juegos donde ella trabajaba, con el fin de hacerse con una suma de 30.000 euros, según ha revelado un comunicado de la Guardia Civil.

La operación, denominada 'Bauta', se inició tras la denuncia de un robo violento en el establecimiento. Según los informes, un individuo encapuchado y portando un arma, que resultó ser falsa, irrumpió en el local al cierre. Con una maniobra intimidatoria, logró ahuyentar a la única empleada presente y apoderarse de la considerable suma de efectivo.

Los agentes de la Guardia Civil no tardaron en llevar a cabo una minuciosa inspección en la escena del crimen, donde también analizaron los grabados de las cámaras de vigilancia del local y sus alrededores. La recopilación de testimonios fue clave para arrojar luz sobre este desconcertante suceso.

Testigos informaron que el atracador había utilizado una "máscara de disfraz peculiar" para ocultar su identidad, lo que llevó a los investigadores a nombrar la operación en referencia a este peculiar elemento. Tras diversas indagaciones, pudieron localizar el punto de venta de la máscara, que resultó ser un eslabón importante en la investigación.

El laberinto de pistas apuntó rápidamente hacia el entorno familiar de la empleada del salón. Los agentes descubrieron indicios que relacionaban directamente al hijo de esta mujer con el robo, revelando que madre e hijo habían conspirado para realizar la fechoría. La madre, con su conocimiento privilegiado de los procedimientos internos del negocio, supuestamente proporcionó a su hijo información crítica para llevar a cabo el plan.

Las revelaciones indicaron que la trabajadora facilitó la apertura del cajón que contenía el botín, permitiendo así la sustracción de los 30.000 euros en efectivo, en billetes de distintos valores. Este esquema de complicidad ha dejado atónitos a los investigadores y a toda la comunidad local.

Para avanzar en el caso, se realizaron registros en las residencias de Albal de ambos detenidos, donde se confiscaron pruebas tangibles relacionadas con el atraco, tales como la pistola simulada, ropas utilizadas y otros bienes obtenidos de forma ilícita, según detallaron las fuentes oficiales.

Además, se llevó a cabo un análisis sobre los movimientos financieros de la pareja, que reveló un destacable aumento en sus gastos tras el robo. Estos gastos inusuales incluían compras de artículos de lujo, estancias en hoteles exclusivos y hasta gastos vinculados a procedimientos estéticos, lo que suscitó aún más sospechas.

En consecuencia, la madre de 39 años y su hijo de 19, ambos ciudadanos españoles, fueron detenidos bajo acusaciones de simulación de delito y robo con fuerza. La investigación está siendo gestionada por el Equipo Técnico de Policía Judicial de Alfafar, y las diligencias han sido remitidas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Catarroja.