Compromís per València exige un programa sostenible de apoyo psicológico para afectados por la dana.
VALÈNCIA, 9 de noviembre.
La agrupación Compromís per València ha presentado una propuesta para la próxima reunión de la Comisión de Bienestar Social del Ayuntamiento, en la que exige la implementación de un programa integral dedicado a la atención psicológica y la salud mental de quienes sufrieron las consecuencias de la dana del 29 de octubre de 2024.
Lucía Beamud, concejala de Compromís, ha denunciado a través de un comunicado que la administración encabezada por María José Catalá ha dejado la salud mental de los ciudadanos a merced de iniciativas aisladas que considera tardías y claramente insuficientes.
La edil enfatizó que no se puede hablar de un proceso de reconstrucción si se desatienden las necesidades más fundamentales de las personas. Según Beamud, el dolor emocional y los traumas que afectaron a cientos de familias, incluidos niños y ancianos, no se disipan simplemente con la firma de un convenio temporal. Es indispensable un acompañamiento continuo y recursos adecuados.
Beamud ha resaltado que la única intervención significativa del Ayuntamiento en este contexto ha sido una subvención de 48.200 euros destinada a una fundación privada para la atención a las víctimas entre marzo y septiembre, además de un contrato menor de 13.590 euros para un programa de apoyo psicológico entre septiembre y diciembre.
La concejala critica esta estrategia municipal al señalar que con tales acciones se pretende dar por zanjada una emergencia emocional que requiere atención a largo plazo. Califica de ridículo el esfuerzo realizado por una ciudad que gestiona un presupuesto superior a los 1.000 millones de euros.
La actual situación es, según Beamud, alarmante y refleja una notable desconexión del gobierno municipal con las realidades de la ciudadanía. Añadió que, aunque Catalá se ha jactado de actuar con proactividad en la reconstrucción, ha dejado de lado el aspecto humano de esta tragedia.
En su moción, Compromís propone el desarrollo de un plan de atención psicológica que sea estable, con una duración mínima de un año prorrogable. Este plan debería incluir personal especializado, programas dirigidos a menores y adolescentes, así como apoyo para los educadores, quienes a menudo son los primeros en identificar situaciones de trauma infantil.
Adicionalmente, solicitan un aumento en la asignación presupuestaria destinada a la salud mental para el año 2026 y la creación de una mesa de seguimiento compuesta por representantes de las localidades afectadas, profesionales de la psicología y organizaciones sociales, con el fin de evaluar la efectividad de las medidas implementadas.
Beamud concluyó afirmando que las repercusiones emocionales de una catástrofe no se disipan con la simple eliminación del barro. Subrayó que existen heridas que permanecen abiertas y que corresponde al Ayuntamiento brindar el apoyo necesario. Afirmó que hablar de salud mental es un asunto de dignidad y reiteró que no habrá una verdadera reconstrucción si se abandona a las personas en su dolor.
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.