CASTELLÓ, 8 de noviembre. Las condiciones meteorológicas han alcanzado niveles extremos en varias localidades de la provincia de Castellón, donde las ráfagas de viento han superado los 122 kilómetros por hora. Las áreas más afectadas incluyen Vilar de Canes y la Pobla de Benifassà, marcando un día de preocupación para los residentes.
Esta información fue divulgada por el Centro de Coordinación de Emergencias, que actualizó datos a las 18:55 horas, basándose en informes de la red de Avamet a lo largo de la jornada. La situación ha llevado a las autoridades a poner en marcha alertas para salvaguardar a la población.
Durante la jornada del sábado, se emitió una alerta naranja para el interior norte de Castellón debido a los intensos vientos, mientras que el resto de la provincia y el interior de Alicante están bajo alerta amarilla. En la costa norte de Castellón, también se ha activado una advertencia por fenómenos costeros, lo que resalta los desafíos que enfrentan tanto las comunidades costeras como las del interior.
Los registros indican que, además de las localidades mencionadas, otras cinco han experimentado vientos que superan los 100 km/h. Entre ellas están Xert, con un notable registro de 119 km/h, seguido de Rosell con 111 km/h, La Serratella y Torre d’en Besora, ambas con 103 km/h, y Benicàssim, que llegó a los 101 km/h.
Los servicios de emergencia reportaron intervenciones por la caída de árboles en áreas como Vistabella, Pobla de Benifassà y Benicarló, mientras que el cuerpo de bomberos de Castelló no ha tenido que atender incidencias significativas. Este panorama subraya la importancia de mantener la alerta y la preparación ante situaciones climáticas adversas.
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